El Sábado por la mañana tuve el segundo examen de este semestre. Todos los presentados, aprobados -ya lo saben ellos-. Por otro lado, el primer examen no ha tenido resultados tan buenos: habitualmente, los líderes de las clases son personas maduras; sin embargo, en este grupo los líderes no eran demasiado maduros. Después de muchas reclamaciones, reduje las prácticas optativas de cuatro a una -cada práctica optativa subía un punto-; no han estudiado la teoría, como veía venir; y, como suponía, los exámenes han sido terribles: jamás he visto tal profusión de notas por debajo del uno. Curiosamente, un subconjunto del alumnado ha hecho exámenes buenos, y habrá notas altas.
Sin embargo, no era mi intención hablar de eso; sino de algo que he observado en este grupo, quizás porque ha sido el que ha presentado personas con este rasgo más acentuado: la infantilización de parte del alumnado. Siempre se da esto, siempre hay gente más madura y menos madura, pero cuando estas personas menos maduras pierden las inhibiciones, pueden llegar a arrastrar a parte de la masa de la clase, solamente librándose los más centrados por su experiencia vital.
Mientras que este fin de semana pensaba en esto, me he encontrado con una soberbia entrada en un blog: la de Ángel Manuel Felicísimo sobre Cosas que me gustaría que mis alumnos universitarios tuvieran claras. Soberbia entrada; no estoy de acuerdo con todo lo que dice; pero sí con una parte muy importante de lo que dice. Recomiendo su lectura, y la de los enlaces que recomienda.
De cualquier forma, voy a versionear su texto, fusilando todo aquello en lo que estoy de acuerdo, quitando lo que estoy en desacuerdo, y añadiendo algunas ideas adicionales. El texto, quedaría:
- La Universidad no tiene como objetivo colocarte lo más rápidamente posible en una empresa, sino crear un entorno para que puedas aprender todo aquello que puedas y quieras aprender.
- Las asignaturas no son demasiadas. De hecho, las asignaturas son el mínimo. Tienes un entorno de aprendizaje, y hay profesores a tu alrededor que están creando lo que será importante mañana. Muévete, aprovéchalo todo lo que puedas. Habla con los profesores, pregúntales en qué están investigando. Aprende de ellos. Pide consejo. La Universidad puede ser para algunos apenas un montón de temario que, cuando sepas, tendrás un papelote. Para otros puede ser una experiencia que forje la vida. Tu decides.
- La Universidad no tiene porqué enseñarte lo que está de moda. Los conocimientos técnicos de «la última moda» se quedan obsoletos en dos años. Tenemos la obligación de enseñarte a pensar, a aprender y darte las herramientas para ser un Ingeniero. Sí, el álgebra, el cálculo y la física son fundamentales para tu futuro, aunque no los pidan en las entrevistas de trabajo.
- Que la Universidad no es la prolongación del Instituto: tus técnicas y tus hábitos de trabajo, si los tienes, deben cambiar. Me da lo mismo lo brillante que fueras en el Instituto: conozco a muchos que entraron en la Universidad sacando sobresaliente en todo, y se estrellaron; y a muchos que, siendo alumnos mediocres en el Instituto, despuntaron en la Universidad. Adáptate.
- Yo, como profesor, doy por sentado que eres adulto y que vienes voluntariamente: no tengo que vigilarte ni llevarte de la mano como haría con un niño de primaria. La asistencia a mis clases es voluntaria; pero tomate en serio lo que haces.
- Yo, como profesor, no tengo porqué darte apuntes de las asignaturas sino guiarte sobre lo que debes aprender, leer y estudiar.
- Que aunque yo te de esos apuntes, se trata de que los uses como guía no como texto: puedo exigirte más y, de hecho, lo haré.
- Es más, si no te doy un libro que contiene todo el saber de la asignatura es porque no existe dicho libro. Hay libros que más o menos tratan adecuadamente algún tema del temario, aunque sea necesario probablemente actualizar algo de dichos libros.
- Que tú, como alumno, debes trabajar, leer y estudiar dentro y fuera de las clases a jornada completa: la universidad es tu trabajo. Por poner un ejemplo: este año en una asignatura hemos estado medio semestre perdiendo tiempo en clase, tiempo a los alumnos para hacer en tiempo de clase los ejercicios que deberían haber estado haciendo en su casa. Eso se hace en educación básica, no en carrera. Y no se va a repetir ningún año más.
- Que yo, como profesor, no voy a entender fácilmente que tu única curiosidad sea si tal cosa “entra en el examen»; especialmente si tenemos en cuenta que mi asignatura es riquísima, apasionante, y que algunos probablemente «comeréis» de lo que estáis aprendiendo en ella.
- Que la universidad tiene problemas, en efecto, pero que las leyes del mínimo esfuerzo y del botellón la noche de los jueves no van a solucionar los que tú tienes.
En suma, y poniéndome en plan House:
Que yo ya tengo trabajo y eres tú el que se está jugando el futuro: ponte las pilas.
Por eso me sorprende ver que yo, que tengo ya cartera de clientes, una reputación, y un negocio en funcionamiento, trabajo todos los “puentes», la mayoría de las fiestas y bastantes fines de semana mientras observo perplejo las mesas de los becarios vacías, las aulas de informática vacías, las bibliotecas vacías… tu tienes aún que demostrarlo todo. Y desengáñate, el papelote no te va a asegurar un trabajo cobrando una pasta inmensa; es el mínimo, pero mucha gente también lo tiene, y compites contra ellos.
Otro que ha hablado del tema es este alumno, que símplemente no se entera de qué va la Universidad. Por ello, paso a rebatirle, punto por punto:
Así que allá vamos:
La universidad no tiene como objetivo colocarme y darme empleo, pero a lo mejor si se preocupara en ayudarme a conseguirlo, como institución pública que es, habría menos mileuristas, menos becarios, y menos gente que después de hacer una carrera de cinco años termina trabajando en el mercadona.
El problema, como estoy harto de decirle a mis alumnos, es casi siempre un problema de actitud y de aptitud. Hubo una época -la de nuestros padres-, en la que se trataba con respeto al «Ingeniero» -con mayúsculas-. Tenía asegurado el empleo por ser Ingeniero, y cobrando mucha pasta. Tenía prestigio social.
Pero esos tiempos han pasado.
Hoy en día hay demasiados ingenieros en el mercado. Aprende a vivir con ello. Y, como sabrás de economía, cuando tenemos una oferta alta de un bien o servicio -en este caso, de ingenieros-, a demanda constante, ¿Que pasa con el precio? Realmente el problema no es que la demanda haya sido constante, sino que la oferta de ingenieros ha crecido a un orden de magnitud dos veces superior a la demanda.
Esto tiene solución: busca un área poco explotada de tu carrera, y conviértete en un experto en ella. Claro, esto no mola porque supone asumir responsabilidades y trabajar más. Y tu prefieres que el papelote te asegure mucha pasta, sin trabajar más. Estupendo, pero luego viene la realidad. Y es muy tozuda. Por cierto, en la Universidad tienes el mejor entorno para enterarte de qué será lo nuevo, y para que gente que ya esté en ello, denominados «profesores que investigan», te ayuden a ir para allí. ¿Con cuantos profesores has hablado de esto?
Por cierto: yo, a los alumnos que me lo piden, les enseño a escribir un currículum, y a pasar una entrevista profesional. Te sorprendería ver la escasísima cantidad de alumnos que piden orientación laboral a sus profesores, aunque estén a tiempo parcial y trabajen en el mercado en el que los alumnos quieren encontrar empleo.
La universidad no tiene porque eseñarme lo que las empresas quieren. Es más, la universidad tiene el derecho a enseñarme lo que a ella le venga bien, haciendome perder horas de mi valioso tiempo, en cosas que, la gran mayoría de las veces no me sirven para nada.
La Universidad no se enseña lo que le viene bien, sino lo que realmente necesitas. Aunque no te guste. Si no quieres «perder tu valioso tiempo», puedes trabajar para monetarizar ese tiempo tan valioso. Y sí, el álgebra y el cálculo los necesitas. Y si se pide «Ingeniero en X que sepa Y», no significa que en la Ingeniería X te tengan que enseñar y como parte del plan de estudios, quitando cosas -no te hagamos trabajar demasiado y perder de tu valioso tiempo-; sino que tienes que saber todo lo que sabe un ingeniero en X, y además, haber estudiado por tu cuenta Y. Aprende a vivir con ello.
Efectivamente, las técnicas de estudio y de trabajo deben cambiar en la universidad. Cuando aparte de tener 15 asignaturas, cada una con sus correspondientes horas lectivas, tienes 6 de ellas que además tienen laboratorios, prácticas, entregas de trabajo, debes convertirte en un habilidoso mago para llevar todo al día.
No tienes 15 asignaturas. Tienes siete. Y el semestre siguiente, otras siete. Si las llevas al día, sólamente tienes siete al mismo tiempo. Lo del cuento de que tienes 15 asignaturas simultáneas se lo puedes contar a tus padres para justificar tus suspensos, pero no me lo cuentes a mí, que se como está organizado tu plan de estudios. Por cierto, ya que estamos, di que tienes 45 asignaturas, ya que son las que tendrás que hacer durante toda la carrera.
La universidad no debe enseñar solamente habilidades, en eso estoy de acuerdo, sino base de conocimiento, pero de vez en cuando, nos podría enseñar alguna habilidad que otra.
¿De verdad no has aprendido ni una habilidad en tu carrera? ¿O es apenas que quieres que quiten las asignaturas fuertes de la carrera, y las cambien por los «opcionales» que piden en las ofertas de empleo, además de tu carrera?
Que yo, como alumno, doy por sentado, de que el profesor es una persona adulta, y esto implica dos cosas (por lo menos): Que va a estar disponible en las horas que marca su horario y que durante esas horas va a ser una persona minimamente agradable y formal como para atender las necesidades de sus alumnos.
No lo se por otros; yo te puedo decir que estoy a tiempo parcial en la Universidad, y que doy 6 horas de tutoría a la semana, religiosamente. Algunas semanas doy ocho, y dos semanas antes del examen di diez horas. Otra cosa es que no eres el único alumno, hay algunos que piden cita con antelación; y también que no voy a ir a la Universidad a la hora que a tí te de la gana porque no te apetece pasarte por mi despacho en horario de tutoría. No te imaginas la de alumnos que me piden la tutoría en el horario en el que les conviene para sus agendas.
Que yo, como alumno, no tengo tiempo para descifrar lo que el profesor quiere que aprenda.
Ni tienes que hacerlo. Está en una cosa que se llama «temario». Si se lo pides al profesor, quizás incluso te lo de. Los apuntes de un alumno del año anterior que tenga buena letra suelen ser «mano de santo».
El profesor debería ser claro y explicarme que es lo que quiere que aprenda en su asignatura, porque eso de las bases del conocimiento esta de puta madre, pero volvemos al problema expuesto màs arriba: la magia de tener 15 asignaturas.
Lo de las 15 asignaturas es una falacia, como te demostré antes. Pero, como afirmé antes también, no existe un libro de texto santillana con todo lo que se puede preguntar, como ocurría en primaria. Lo siento.
Que yo, como alumno, no tengo tiempo material para dedicarle todo ese tiempo que los profesores piensan que debemos dedicarles a sus asignaturas. Porque si la Universidad es mi trabajo, un trabajo tiene 8 horas, y me paso 6 en la universidad, me quedan 8 minutos diarios para dedicarle el tiempo que mis profesores quieren que les dedique a cada una de sus asignaturas.
Tendrás que dedicarle todo el tiempo que necesites para adquirir el conocimiento. Depende de tu inteligencia, y tu metodología. Lo siento, la vida es dura.
Que yo, como alumno, cuando pregunto si ¿Tal cosa entra en el examen?, lo pregunto porque no he terminado la asignatura de videncia y predicción, y me es necesario que alguien me responda para saber lo que tengo que estudiar, para poder distribuir mis 8 minutos diarios.
Ya contestado, tanto en la videncia como en los ocho minutos.
Que yo, como alumno, no voy a entender facilmente, que cuando acudes a la tutoría de un profesor, muchas veces no esté, o cuando esté, no tenga ganas de atenderme, o que me diga: “Es que eso debería usted saberlo, entra en el temario».
No me consta no haber dicho eso nunca a ningún alumno, ni me lo dijo a mi nadie cuando estudié la carrera. Si es cierto que a alguno le puedo decir en algún momento que estudie un punto un poco más, antes de hacer otra pregunta. Esto ocurre cuando no has estudiado nada y vas a tutorías con una duda existencial. El profesor te va a explicar los puntos claves, y te va a pedir algo de trabajo personal antes de continuar una explicación que no aprovecharías sin dominar la base.
Que los alumnos tenemos una vida,
No lo dudo. Ante todo, las prioridades claras.
que cuando nos vamos de fiesta al botellón, es porque no tenemos dinero para pagar los precios abusivos,
La Universidad no tiene la culpa de eso. Ni del terrorismo, ni del tráfico de drogas. Lo siento.
que estar cinco años haciendo una carrera es enfermizo, amén de que puede ocasionar problemas mentales,
Ni lo dudo. Por eso las carreras deberían durar cinco meses, reduciendo el temario a la décima parte y dando sólamente habilidades, y no conocimientos base. Así evitamos problemas mentales.
EN definitiva, los profesores, en la universidad, están al servicio del alumnado, y pueden y deben, prestarles la mejor atención y servicio posibles, dentro de sus posibilidades.
Creo que aquí has dado en la clave.
Yo estoy al servicio de mis clientes en mi actividad privada, y les digo lo que les tengo que decir, no lo que quieren oír. Aunque pueda perderlos como clientes. Eso se llama «integridad profesional». Tiene poco que ver con las carreras más cortitas porque cinco años es enfermizo. Y tiene mucho que ver con hacer lo que debes, aunque sea impopular. Y tiene que ver con que el cliente que me contrata sabe que no paga para tener un pelota más -de esos, le sobran-, sino para cumplir los objetivos que nos fijemos.
Como profesor estoy al servicio de todos y cada uno de mis alumnos. Sin excepciones. Me caigan bien, o me caigan mal. Y la mejor atención y servicio posibles incluye meter más temario si lo necesitan, suspenderlos si no saben, o reprenderlos si la actitud no es la adecuada. Transmitirles en clase mediante palabras y ejemplo todo lo que he aprendido en la vida. Estar al servicio de los alumnos no incluye darles la materia que quieren, ponerles la nota que quieren, y decirles lo que quieran oír. A todo ello se denomina «integridad profesional».
Por último, si eres estudiante te recomiendo que leas esta entrada en el blog de Steve Pavlina. Aunque se le va la perola en muchas cosas, en otras Steve tiene muchísima razón; y es recomendable que leas este blog y pienses sobre lo que te dice.
David, es obvio que no has entendido nada de lo que has leido en el artículo de mi blog. Me he molestado en responderte a ti porque eres de los pocos profesores que han comentado, que han tenido la honradez de poner en su comentario (o en el trackback), lo cual me da la oportunidad de participar en la conversación.
Cuando realice el artículo, lo hice después de leer el artículo de ?ngel, para ofrecer un punto de vista distinto, y general de lo que es para los alumnos la Universidad.
Al rebatir los puntos que menciono en mi artículo, me dás la certeza de que, no has sabido ver más allá de la parodia que hacía a un texto anterior.
Si investigas un poco por mi página, descubrirás que, aparte de estudiar Ingeniería de telecomunicación, fundé una empresa, estoy a la cabeza de otra start-up tecnológica, y hace ya tiempo que superé otros estudios.
Una persona que no ha cumplido veinticinco años y da 10 conferencias anuales sobre nuevos medios e innovación tecnológica, es obvio que cuando comenta esto no lo hace con convencimiento de causa.
Y si te digo la verdad, mi experiencia universitaria no es muy distinta a la que describo en mi artículo. En general en Málaga he encontrado buenos profesores, algunos dignos de mención, pero en otras universidades, cuando pasé por Ingenieria Industrial en Jaén, he encontrado verdaderas joyas de la mediocridad.
Y, concluyendo, a lo mejor no tengo 15 asignaturas anuales, eso es una obviedad tan grande, que no se como tanta gente ha podido tomarlo en serio. Como profesores universitarios, hay que entender que el alumno tenga interés por ciertas cosas, y por otras no, y que se vea obligado a finalizarlos porque el plan de estudios es asi. Si todos estudiaramos solo lo que queremos estudiar, y a lo que nos gustaría dedicarnos, posiblemente, el panorama profesional en este pais, sería aun peor. A lo mejor, esa asignatura, para nosotros es un trámite, y procuramos pasar ese trámite lo más rápido posible, y de la forma más cómoda posible.
Pero, tan obvio como que mi artículo era una parodia, es obvio que hay profesores que no tienen capacidad ni ganas de entenderlo.
«Que yo, como profesor, no voy a entender fácilmente que tu única curiosidad sea si tal cosa “entra en el examen?; especialmente si tenemos en cuenta que mi asignatura es riquísima, apasionante, y que algunos probablemente “comeréis? de lo que estáis aprendiendo en ella.»
Yo comprendo ese punto de vista. te lo aseguro.. Soy una persona muy curiosa y me encanta aprender cosas nuevas, pero la realidad es que en la universidad, todo el trabajo que hayas hecho a diario, todo lo que sepas y todo lo que te impliques no vale nada -salvo excepciones de algunos profesores que lo tienen en cuenta- en comparación con lo que vale la nota que saques en el examen. Es triste pero es así. Afortunadamente en mi carrera he tenido un par de profesores que ya contaban para la nota con el trabajo diarioen clases y prácticas, pero esos fueron 3 de 45 (segun el cálculo aproximado de asignaturas que has hecho antes).
«La Universidad no se enseña lo que le viene bien, sino lo que realmente necesitas. Aunque no te guste.»
Eso es cierto sólo hasta cierto punto. Muchas veces, ante asignaturas o temarios obsoletos, se abusa de la palabra «basico» o «elemental» y tenemos que perder tiempo estudiando tecnicas o materiales en desuso desde hace décadas y así, cuando uno termina la carrera, tiene que empezar a aprender lo práctico que no le han enseñad por la falta de renovación de algunos profesores.
Respecto a apuntes, temarios y tal, coincido en que no existe un libro de la materia (a menos que lo haya escrito esa profesora en cuestión, que ya me ha pasado un par de veces), pero también es cierto que hay un término medio entre eso y los 10 ó 12 libros y artículos que te señalan algunos profesores, no ya por asignatura, sino por tema.
como ya he escrito en el blog de ?ngel, estoy deacuerdo en que muchísimos alumnos no hacen ni la mitad de lo que deben. Como ya he dicho, me entraron ganas de pegar a algunos de mis compañeros, cuando se les ocurrió (y por ser mayoría no pude impedir) poner los exámenes con poco tiempo entre ellos, en función de cuando eran las fechas de los carnavales (febrero) o de la feria (junio). Eso no tiene perdón. Pero el hecho de que algunos profesores no sepan ni redactar lo veo todavía imperdonable, y si no me crees te prometo que cuando acabe la carrera, si tu quieres, te mando un e-mail con la reseña bibliográfica de un libro escrito por una profesora de aquí y materia obligatoria de su asignatura, donde no solo no se aclara ella misma con las ideas, sino que no siquiera las escribe correctamente, no por faltas de ortografía, sino por errores gramaticales. frases mal construidas, frases simplemente sin sentido que se ve que ha hecho copy/paste…
Es muy fácil echarle la culpa a la masa de borregos que sólo se mete en la universidad por seguir viviendo de papá y mamá, pero yo, que empecé con mucha ilusión la carrera, sacando casi todo sobresalientes y notables en primero, he ido bajando las notas, al ritmo que he perdido la motivación por culpa de los planes de estudios, principalmente y de la «mala praxis» de muchos profesores que ya que os gusta tanto poneros en plan House, me viene a la mente algo en plan:»quién vale lo hace y quién no, lo enseña».
¿que por qué no lo he dejado si están tan mal las cosas? pues porque me daba pena tirar a la basura el dinero invertido en los primeros cursos, y porque me gusta acabar lo que empiezo, pero decirte que tanto a nivel de beca como de practicas empresariales, he descubierto que gran parte de lo que enseña la universidad, no vale para nada, ni como base de conocimiento siquiera.
y por último, si se arremete tanto con los profesores es por la sencilla razón de que los malos alumnos, suspenden o acaban dejando la carrera, pero los malos profesores, siguen ahí sin que nadie les haga nada gracias al amiguismo imperante en la «mafiaversidad».
un saludo y perdón por extenderme
Qué quieres que te diga, mejor escrito y con menos agresividad que el mío. Tal vez con igual desesperación, no sé. Pero no estoy seguro de que funcione, veremos estos días. En cualquier caso, decir verdades es un ejercicio arriesgado, aunque sean obvias. Saludos cordiales.
Lo he entendido perfectamente, Jero. He escuchado esos comentarios ya de boca de varios alumnos -he de reconocer que no de todos; apenas de una minoría. Pero desgraciadamente a veces dicha minoría es capaz de liderar una clase, y es un grupo entero que influencia-. Y ha sido estupendo encontrar una página con los comentarios desarrollados para poder citarlos y rebatirlos.
Te agradezco la respuesta. El dialogo es importante, especialmente en algo tan decisivo como la educación universitaria.
No es una parodia, desde el punto que nada en el texto incita a suponerlo; por otro lado, ya he escuchado estos mismos argumentos varias veces, por lo que son de «uso común» en un sector del alumnado.
La verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero. Lo complementario, también es cierto. No he aceptado nunca el argumento de la autoridad, ni haré críticas ad-hominem.
De ella podemos hablar, pues.
No, la pregunta es como hay alumnos míos que me han contado este argumento en la cara, y creyendo que me lo iba a creer.
Entramos en la parte interesante de la discusión.
Independientemente que las organicemos en asignaturas o de cualquier forma establecida por cualquier reforma presente o futura, dentro de las cosas que se enseñan en la Universidad, las dividimos en cuatro bloques: troncales, obligatorias, optativas o de libre elección.
«troncal» es aquello que desde el ministerio se considera que debes saber para que tu título tenga validez nacional. No puedes ser médico, sin saber donde está el corazón. Punto. (Bueno, quizás el Doctor John Zoidberg sí, pero creo que no ha conseguido homologar su título en este país. Suele ser temario razonablemente invariante en el tiempo, porque después es complejo de cambiar.
«obligatorio» es algo que se delega en la Universidad. Es lo que la Universidad cree que es necesario que cualquier titulado sepa. Muchas veces entra aquí aquello sujeto a modificación, ya que es razonablemente fácil cambiar estas asignaturas.
«optativo» corresponde con aquello que no es necesario conocer para una titulación, pero está directamente relacionado con ella. Aquí podemos poner más o menos materia; cuanta más opciones demos, más podrá el alumno escoger sólo lo que le gusta, o considera útil.
«libre configuración», finalmente, es una cosa muy bonita que la gente no está aprovechando. Permite al alumno que tiene clara la visión de lo que va a hacer en la vida completar su formación con asignaturas de otras carreras, para darle una formación más adaptada a sus preferencias. Esto se pervirtió rápido, ya que la gente quería «créditos fáciles»; recuerdo los ingenieros inscritos en masa de créditos de libre configuración en la matematica de Magisterio. Hoy en día, desgraciadamente, la gente lo ve como créditos adicionales.
Y ahora viene la clave: el enfoque de una troncal u obligatoria y de una optativa, como profesor, es diferente. En la primera, enseñas «a lo ancho». Procuras que el alumno tenga claros los conceptos, y no diga burradas sobre el tema cuando salga a la calle; pero hay que tocar todo el temario con algo de profundidad. En la segunda, enseñas «en profundidad». Te preocupa menos tocar todo el temario, pero debes ayudar al alumno a profundizar en lo que le interesa.
Supongo que cuando hablamos de «una asignatura que no te gusta» hablamos de una obligatoria o una troncal. Que no te gusten las optativas que coges daría para otro tema.
El problema es que hay temas áridos. Hay temas complicados. Hay temas que el escalón de entrada es duro. Y, desgraciadamente, el alumno también los tiene que superar. También es así en la vida: me parece un rollo calcular el IVA, facturar y llevar el control de pagos y cobros, pero debo hacerlo. Y lo hago. Es la parte de mi trabajo que no me gusta. A cambio, hay otras partes maravillosas de mi trabajo.
Aquí tienes razón. Y jamás pediría a un alumno determinadas cosas de forma obligatoria. Pero sigo creyendo que el mecanismo más rápido y más cómodo es llevar la asignatura al día. Vale que no vayas a por el sobresaliente, pero sí tener las ideas claras y seguir la asignatura. Mira el texto de Steve. Nunca he leido nada tan claro sobre ello.
Desgraciadamente, no es obvio. Y no es problema de capacidad ni de ganas de entender; es que corremos el peligro de cargarnos la educación universitaria -y, con ello, la sociedad- si comenzamos a quitar aquello que es difícil para el alumno, para tenerlos a todos contentos; y/o si nos limitamos a transmitir instrumentos, en lugar de conceptos.
Se que no es lo que has propuesto, y se que no es lo que dices en tu entrada en tu blog. Pero desgraciadamente es lo que los más lanzados de los alumnos infantiles reclaman, aunque con grandes dosis de diplomacia.
El original era brillante; escribo sobre hombros de gigantes.
No me siento desesperado, la verdad. Lo que si me siento es preocupado, muy preocupado. Muchos alumnos que podrían influenciarse positivamente por el ambiente de la Universidad reciben la influencia de compañeros infantiles que están acostumbrados a exigir trato entre algodones, y aún carecen de la madurez para ver que la vida real detrás de la Universidad es dura, muy dura…
Por alguna razón será que mis mejores alumnos trabajan mientras que estudian, o trabajaron durante un tiempo y vuelven a la Universidad para aprender más. Son los que más aprovechan mis clases, los que mejores notas sacan, los que más pasan por tutorías, y los que hacen en ellas las preguntas más inteligentes. La mayor parte de mis becarios de proyecto tienen experiencia laboral, y las ideas muy claras. Por algo será.
Lo ideal es que estos alumnos con experiencia en el mundo real fuesen los que influenciaran en sus compañeros. En algunos grupos, así es. En otros, no.
Si por algo me conocen ya mis alumnos es porque hablo muy clarito. Que lo que digan lo consideren verdades o mentiras, depende de su visión del mundo. El tiempo me quitará o me dará la razón. Yo he hecho lo que mi ética y mis principios me llevan a hacer.
Ha sido un placer hablar contigo. Y he dado de alta tu blog en mi Akregator. :-)
«David, es obvio que no has entendido nada de lo que has leido en el artículo de mi blog.»
Sin acritud, esta reacción es sorprendente: si escribes algo que nadie entiende, a lo mejor, sólo a lo mejor, es que te has explicado fatal.
«tan obvio como que mi artículo era una parodia»
No, no era una parodia, nadie lo entendió como tal ni siquiera en los comentarios de Menéame hasta donde yo leí.
«es obvio que cuando comenta esto no lo hace con convencimiento de causa»
Entonces ya sí que no entiendo nada. Sinceramente tanta obviedad tan poco obvia supera mi capacidad pero estoy dispuesto a discutir cualquier cosa civilizadamente aquí o donde sea. Eso sí, a partir de ahora, por favor, defiende ideas en las que creas porque si no perdemos todos el tiempo.
Saludos
Estoy de acuerdo en que no es justo. Pero lo cruel es que la vida es así. Y aún peor: puedes matarte por sacar adelante un proyecto, el resultado ser excelente, y con esas, ser considerado un fracaso por el cliente. O ser apuñalado por la espalda por alguien que le interesa por política interna que no salga adelante el proyecto.
Algunos lo intentamos, pero los alumnos no se dejan. En la asignatura cuyo examen puse este jueves, consciente de que el teórico les iba a ser complicado, programé cuatro prácticas optativas, que subían cada una un punto sobre la nota del teórico. Hubo clamor popular porque «tenían demasiado trabajo», «tenían demasiadas prácticas» y «eran por la mañana, y las clases eran por la tarde». Conclusión. Me aceptaron una, a regañadientes. Les subí un punto a todos los asistentes a la práctica, solamente por presencia durante toda la práctica; y puse opcional la entrega de un texto para los no asistentes -entregaron tres-.
Llegan los exámenes, y hacen un teórico lamentable. ¿Apruebo a todos?
Por ello, no estoy de acuerdo con todo tu planteamiento: muchos intentamos hacer prácticas optativas continuas, para que la gente vaya con seguridad a los exámenes y dependa menos de los exámenes. Si a la gente no le da la gana hacerlas, y reclama, poco puedo hacer.
Este primer semestre he tomado una asignatura, con los temarios idénticos desde que se creó la titulación. No he podido cambiarlos, porque estaba fuera de plazo. El próximo primer semestre voy a cambiarlos, para actualizarlos. Trabajo en «la empresa», sé lo que la empresa pide y necesita. ¿Que crees que dirán los alumnos con las actualizaciones del temario el próximo año? (Una pista: la asignatura, actualizada, será más difícil)
Ese es el mejor caso. Pero no el más común. Escribir un libro lleva mucho trabajo. Quizás un año. Calcula cuantos libros se venden en la vida útil del libro de texto. El 10% a lo sumo de eso, va para el profe. Ahora evalúa si paga un año de trabajo. (No. No tengo libro de ninguna de mis asignaturas.)
Así aprendes a manejar bibliografía. Con frecuencia, es suficiente un par de páginas de la mayor parte de los libros de la bibliografía.
Saber buscar la información que necesitas de forma rápida y eficiente, separando grano de paja, y sintetizarla adecuadamente será una de las habilidades instrumentales más importantes que aprenderás en la carrera.
Pero sí muestra la actitud de algunas personas.
Incompetentes hay en todos los lados. Maximiza tu experiencia universitaria pegándote a los competentes, y aprendiendo de ellos.
Leete los consejos de Steve. Estoy pensando, viendo lo que veo, escribir un pequeño FAQ sobre como aprovechar al máximo la Universidad.
Aunque encuentres cosas y personas que no sean buenas, si aprovechas lo bueno que tienes a tu alrededor la Universidad puede ser una experiencia alucinante y los mejores años de tu vida.
Otro saludo, y gracias por extenderte.
Gracias por contestar, David, y gracias por contestar, ?ngel. Pero quiero incidir en el punto más imporante, y yo creo que el más incomprendido de todo este asunto, y esa era mi crítica inicial.
?ngel, en su blog, exponía una serie de razones, que yo, a mi juicio, considero una sarta de tópicos sobre el alumnado en general. David los ha replicado. Pero ninguno de los dos ha dudado en ningún momento de que a lo mejor no todos los alumnos son así.
Hay un término medio de alumno, que no encaja dentro de las aseveraciones hechas, así como un termino medio de profesor, que tampoco encaja en ellas.
Hay cosas mucho peores que no he comentado, tanto de un lado como del otro, pero puestos a hacer tópicos, yo también he cogido los tópicos del lado contrario. ¿Son rebatibles? Sí, al igual que lo son los del blog de ?ngel, al igual que lo son los tuyos. Todo es cuestión de tiempo o ganas.
Creo que lo peor de este asunto, es que muy pocos profesores tienen claro que lo que hay que enseñar es a pensar, y proporcionar herramientas para poder resolver problemas, y muy pocos alumnos tienen claro que tienen que aprender a hacerlo, y eso no va a cambiar por muchos debates o discusiones que haya.
Sobre las políticas educativas de lo que puede, debe y se recomienda estudiar para tener una base mínima en un área determinada, pues poco se pueden hacer con ellas. Ni siquiera desde los consejos de alumnos de las universidades (aparte de convocar muchas huelgas y protestas), y esto si que lo digo con conocimiento de causa.
El problema aquí es el profesor que lleva 15 o 20 años impartiendo la misma asignatura. Una asignatura que se ha visto reducida en número de créditos, o a lo mejor se ha visto dividida en dos. Y se sigue dando exactamente igual. No hay actualización alguna. No hay reducción de temario.
Y heme aquí estudiando temarios iguales para asignaturas de 3 créditos y de 7,5. ¿Es correcto esto? Pienso que no.
¿Es correcto que un profesor no este en hora de tutoría?
¿Es correcto que, un profesor, estando en horario de tutoría, diga que no puede atenderte, o su atención dista mucho de ser medianamente buena?
¿Es correcto que un profesor no diga que tal o cual cosa no entra en el examen solo a ciertos alumnos?
¿Es correcto que un profesor no imparta todo el temario de una asignatura y luego la examine?
Yo, como alumno, tengo el derecho a ir o a no ir a las tutorías, y decidir como quiero que sea mi formación. He ido a revisiones donde me he encontrado que mi examen estaba suspenso sin una nota sobre él. Solamente suspenso.
En fin, esto es el cuento de nunca acabar. Hay buenos alumnos y hay buenos profesores, y ni unos ni otros son la gran mayoría. Lo peor de todo es que en los dos lados los que más se quejan son los que realmente menos se esfuerzan. Y a eso iba mi artículo. A exponer, en general, cual es el esfuerzo que realiza toda la comunidad universitaria en el maravilloso estado español.
Y a tí, por contestar también. :-)
Me consta que no todos son así. Algunos son geniales; tengo ahora cinco con beca, con un futuro prometedor; algunos otros que probablemente la tengan dentro de poco, y muchos otros a los que les he dado clases, y han mostrado una aptitud y una actitud fuera de toda la vida.
Y en el segundo párrafo de mi entrada digo:
Creo que está claro a lo que me refiero.
Pero que puede encajar; y, si se deja influenciar, encajará. No está mal aclarar las cosas, especialmente a una persona de 18 años que acaba de salir de la secundaria.
Si lo es. Pero, evidentemente, no se debe evaluar a la misma profundidad.
No lo es. De hecho, debe estarlo por contrato. Ni como estudiante ni como profesor he conocido un caso así. Sí es cierto que puntualmente un profesor puede ausentarse de su trabajo por un motivo de fuerza mayor, como cualquier otro trabajador según como lo dicta la legislación española.
Pues depende. Si tiene lista de espera de alumnos, y tiene alumnos que ya han pedido cita, pues sí. Si es porque no le apetece, pues no. No conozco casos de un profesor que diga que no atiende a alguien porque no le da la gana.
No. No he conocido ningún caso de esto.
Depende. Desde el punto de vista legal, se te examina de lo que está en programa. El profesor matiza, y rellena el programa -que suele ser escueto en la descripción- con el material que estima procedente. Si hay temas que no tienen explicación alguna, y forman parte del temario, pues pueden entrar. De hecho, no te voy a poder explicar en clase todos y cada unos de los posibles problemas posibles. En secundaria, quizás el profe te pusiera el mismo problema doce veces, y cayera en el examen el mismo problema con los valores de los datos de entrada cambiados. En la Universidad yo te enseño a pensar, te enseño los rudimentos para poder resolver problemas, te resuelvo algunos para que veas como se resuelven -en genérico- los problemas, y espero que tu domines los rudimentos para poder resolver los problemas que se te planteen dentro del dominio de la asignatura.
Por cierto, tampoco veo correcto que los profesores roben, maten y trafiquen con drogas. Se te ha olvidado preguntarlo.
He tenido profesores mejores y peores, que explicaban mejor o peor, y que se preocuparon más o menos por que aprendiera. Pero casi siempre cumplen con lo que les manda la ley. Y el problema no es ese: el problema es que, como alumno, debes aprovechar lo mejor que tienes a tu alcance; no emplear que haya profesores malos como excusa para no hacer adecuadamente lo que deberías hacer.
Estupendo. Estás en tu derecho, la educación Universitaria no es obligatoria. Pero si quieres que el ministerio te de un papelito, tendrás que tener la formación que dice el ministerio.
Perdona. Había creído entender que era obvio que tu artículo era una parodia, aunque fuera obvio que hay profesores que no tenemos capacidad ni ganas de entenderlo.
Jero, sólo comento una cosa sin reiterar las respuestas y comentarios de David con los que coincido absolutamente y que por lo tanto sería absurdo repetir:
Dices
«Pero ninguno de los dos ha dudado en ningún momento de que a lo mejor no todos los alumnos son así.»
No es cierto, justo al empezar el post digo: «es injusto generalizar, quédense con el bulto y salven a una minoría»
Más claro, agua. Lo que pasa es que en mi ingenuidad (y me llevo palos en más ámbitos que este) creo que la gente lee atentamente todo el post. Y claramente no es así. Abundo en la idea repitiendo la frase casi al final:
«Y no me contestes que los profesores somos un desastre o que la universidad padece una corrupción generalizada. Yo lo sé mejor que tú, ya hablé de eso en otros posts y no disculpo a los parásitos que la universidad, como gran organismo que es, soporta y soportará. Pero hoy no toca eso, hoy hablamos de ti.»
Insisto_1: hablé de otros aspectos negativos de la universidad en una docena o más de posts previos. Lo que pasa es que nadie los ha leido como parece que nadie ha leido este frase final.
Insisto_2: no disculpo a los parásitos. Creo que mi frase es clarísima pero a lo mejor la he escrito mal, no sé.
Como nadie leyó esto, dos tercios de las respuestas fueron acusaciones directas y personales de ser un maleante. O que si hay profesores que no cumplen con sus obligaciones. Eso ya lo sabemos pero hoy hablábamos de los alumnos. Aunque moleste, lo siento.
Autocrítica: estuve MUY ácido, podía haber matizado más, podía haber sido más dulce. Pero por un lado, no soy así y por otro estoy alarmado con lo que veo. Y si puse el post es por eso, porque me preocupo. Si no fuera así, hablaría de la versión X de Ubuntu, que también llega a la portada de Menéame y no me estropea las noches.
Coda: los currículos no dan la razón pero si tiramos de eso también tengo armamento pesado en el trastero.
Saludos, veo que reconducimos esto razonablemente. Gracias a los dos.
Basas toda tu argumentación en el hecho de que tu no conoces ningún caso así. No dices que yo no tenga razón, pero ante la evidencia de que no existe ningún caso que tu conozcas, quitas fuerza a mi argumento.
Al margen de que pueda parecerme correcta o no esa forma de argumentar, el hecho de que yo no conozca casos de violencia doméstica, no significa que no los haya. El hecho de que tu no conozcas ningún caso, no significa que no los haya.
Si sacas de contexto mis frases para rebatirlas, la conversación pierde el sentido. Se puede aprobar una asignatura sin pasar por tutoría, igual que se suspenden asignaturas habiendo pasado por ella. Se puede faltar a una tutoría por causas de fuerza mayor, o por estar asesorando a una empresa.
De hecho hay un caso famoso en Málaga, de un profesor, que a tu juicio será tan bueno y tan genial, que los alumnos se tenían que ir a otra universidad a aprobar la única asignatura que les quedaba para terminar la carrera.
Ahora me dirás, o que no conoces el caso, o que es una exageración, o que la infantilización que en mí provocan mis compañeros de clase, me obliga a que te conteste.
Cuando se llega al caso de tener que empezar a aprobar gente en revisión porque no se llega al 10% de aprobados, la culpa es del profesor, que en mayor o menor medida no ha sabido transmitir los conocimientos necesarios y no ha hecho ni por intentarlo, y ni tan siquiera por verlo. Cuando de un grupo de 200 suspenden 193, no me vengas a decir que la culpa es de los alumnos: !Que son todos unos vagos!.
Aplicando la misma regla de tres, los pobres son pobres porque no se esfuerzan. No es la falta de medios la que les ha llevado a esa situación. Es que se esfuerzan poco por dejar de ser pobres.
Pero vuelvo a decirlo. Lo importante no es decir las cosas, sino esforzarse por intentar ver un poco más allá.
Por cierto, mi artículo era una parodia. Retiro lo que he dicho anteriormente: No tenía ningún sentido, lo he escrito solo por perder el tiempo un rato. Y por salir en el menéame, que eso reporta muchas visitas.
No. La baso en que es intrascendente que exista un caso así. No porque te dejen una factura impagada dejas de emitir facturas.
Explico como aprovechar la experiencia universitaria para el que le interese por alguna razón.
Es intrascendente que algún profesor no cumpla con su cometido para que aproveches la Universidad. Sería trascendente si todos los profesores fueran así.
No. Dentro de la intrascendencia de lo que dices.
Fale. Siguiendo con tu técnica de razonamiento, el problema es que los profesores son enviados del planeta Raticulín (fiiiu fiiiu) para destruir las voluntades de sus alumnos. Y el hecho de que no conozcamos a nadie de Raticulín no invalida el planteamiento.
Me limito insertar mis comentarios en tu bonito discurso. No saco frases de contexto, especialmente porque tienes el comentario tuyo completo un poco más arriba en la misma página web, con lo cual se puede contextualizar.
¿Y? Esto, ¿a que punto de mi razonamiento afecta?
No te voy ya a entrar en lo de los porcentajes de los suspensos, porque ya entramos en el ridículo. No es mi deber aprobar a todo el mundo que se presenta, ni siquiera a un porcentaje; sino a los que saben la asignatura. Lo contrario es una falta de integridad profesional y de respeto al que realmente ha estudiado.
El pobre es pobre, porque no tiene dinero. El dinero es un recurso finito, que necesita trasferirse de unas manos a otras: alguien tiene que darlo, para que otro lo reciba. Y la cantidad que «suma» el que recibe, se «resta» del que da. Una persona no puede conseguir dinero si nadie se lo da. Te pueden dar dinero sin que requiera esfuerzo por tu parte recogerlo.
El conocimiento es un bien infinito. Nadie te lo tiene que dar para que lo adquieras; puedes incluso generarlo tu mismo, o adquirirlo de numerosas fuentes. Al adquirir conocimiento de una fuente, la fuente no reduce su conocimiento. Puede, de hecho, incluso ampliarlo. Aunque todo el mundo te niegue el conocimiento, puedes adquirirlo con esfuerzo.
El conocimiento solamente viene a través del esfuerzo personal. Yo no puedo hacer que aprendas. Eres tú solo el que aprendes. Yo puedo guiarte, aconsejarte, intentar transmitirte aquello que, con mi esfuerzo y experiencia, he adquirido. Pero todo se reduce a acortar el tiempo de tu esfuerzo para adquirir el conocimiento. No se puede adquirir conocimiento sin esfuerzo.
La información ya está ahí. Es solo que la trabajes, para generar conocimiento. En la educación secundaria aprendiste a adquirir información. Ahora aprenderás a convertir información en conocimiento. Y eso es lo que yo evaluaré en un examen. Con el tiempo y la experiencia, aprenderás también a convertir conocimiento en sabiduría. Eso no lo evaluaré yo. Te lo evaluará la vida.
Eso es lo que deberías haber aprendido ya. Lamento que no lo hayas aprendido en tu paso por la Universidad.
Uno de los argumentos que se manejaban en la marejada era aquel de que como pago esto no es mi trabajo. He rebuscado un poco y las cifras que tengo, matízalas tú por favor si las tienes más exactas, son que el alumno medio paga un 20% del coste real de su estancia en la universidad. Eso significa, por si no está claro, que el 80% de los costes están subvencionados con dinero público. Allá la ética de cada cual para trabajar o no en función de estas cifras pero yo creo que el argumento original se desmorona: es tu trabajo y además es voluntario.
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Hola, interesante hilo. No me puedo resistir a comentar:
Primero la nota jocosa, he tenido que saltar unas cuantas vallas para leer con comodidad, y es que el verbo ir se conjuga como «vaya». Ya sabéis lo que decía Cocó Chanel: «viste mal y sólo verán la ropa…», yo lo hago aplicable a la ortografía.
Al tema, he sido un completo fracaso en la universidad, cateado y re-cateado hasta la extenuación. Estudié en la upm, una carrera técnica de las de antes con sus 6 años + proyecto.
Hablo de las interminables horas, prácticas, exámenes de tedio absoluto. Los profesores al 90% iban a echar su rollo y si podían sacarse de la manga el día del examen algo no visto en profundidad durante el año lo hacían sin dudar. Esto me lleva a pensar que la universidad es un sitio apolillado, con metodologías trasnochadas y donde el suspenso estadístico hace de seña de calidad. He visto a más de un profesor sonreírse con el nivel de fracaso del alumnado, como un «mira qué nivel tenemos aquí, en Helsinki aprueban todos, qué tontos!».
No he tenido ninguna motivación para estudiar. Reconozco que era inmaduro cuando entré, pero el método formativo no me hizo madurar en absoluto, ergo el método formativo es incorrecto (en mi modesta opinión). Quiero decir, somos inmaduros, pero los profesores también lo son, oh sorpresa! ¿Cómo se explica que en ambos textos el profesor sea el que tiene que elegir cómo son los alumnos? Eso carece de sentido.
Es curioso, conozco bastante gente de otros países, yo mismo hice la erasmus y no tuve la impresión de ser un saco de «punching ball». Por otro lado el nivel de los alumnos no era inferior al nuestro. Gente de fuera también se ha mofado de la futilidad de «los palos» de la universidad española. Cuando me iba para allá no hubo un sólo profesor que no se riera con un «allí no tienen ni idea por tanto haz 3 asignaturas para convalidar mi optativa irrelevante», luego resultó que eran más interesantes las asignaturas de allí.
Con todo este rollo quiero hacer extensible el «huevonismo» e ignorancia nacional a la universidad. Y ese es el único problema. Señores profesores, céntrense en enseñar de verdad y déjense de culpar a los alumnos, el ministerio y demás porque no cuela. Promuevan la iniciativa del alumno, (lo normal ahora es castigar la iniciativa, ser deterministas y pensar en binario) y verán cómo los alumnos se motivan. Ir a cazar no es ni mucho menos enseñar. Trátennos como adultos y tendrán adultos.
Un saludo para todos, mi consejo es que el que pueda estudie fuera, lo mismo para el trabajo, mejor irse fuera los 2 o 3 primeros años así evitaréis el «cuando seas padre comerás huevo».
p.d.: hoy por hoy me considero un profesional de calibre (bien valorado y remunerado), y sólo me ha costado 7 años (más los 7 de estudios) llegar al nivel actual :)
Tienes razón, había dos vallas, me he despistado. :-) Arreglado.
Te tengo que dar la razón en esto. Aún no ha entrado en la Universidad la pedagogía postmoderna de la LOGSE -tan vitoreada por pedagogistas, psicólogos constructivistas y escaqueadores profesionales- en la que el alumno no tiene ninguna responsabilidad sobre su éxito; y que el único responsable del éxito o del trabajo del alumno es el profesor, y no el estudio y esfuerzo del alumno.
Lo ideal sería poner limitación de las repeticiones, promociones automáticas, y cambiar los suspensos por impresiones subjetivas motivacionales sin valor en expediente.
O quizás que el alumno descubra que está en la universidad voluntáriamente, con el objeto de aprender una serie de cosas que le serán de utilidad.
Lo siento por ti. Yo sí la tuve cuando estudié. Y estudiar con motivación es muy bonito.
Hay dos teorías sobre la motivación en las aulas: la primera, que la motivación es intrínseca al alumno; está en la universidad porque quiere aprender, y es obligación del profesor enseñarle todo lo posible, y hacer todo lo que esté en su mano para integrarle en el mercado laboral. Según esta teoría, el profesor debe hacer que sus clases no sean innecesariamente áridas -por ejemplo, no asesinando a powerpoints a los alumnos-. Esta teoría destaca el esfuerzo y el trabajo personal. Vamos, que no mola.
La segunda teoría es muy postmoderna y políticamente correcta. Dice que el alumno carece de motivación, y que el profesor es el único responsable de la motivación del alumno. Si hay partes del temario que no gustan al alumnado -oh, casualidad: suelen ser las difíciles- no pasa nada: se quitan. Si el profe tiene que venir vestido de gallina caponata, pues que venga. Pero si un alumno no se siente motivado, tiene derecho a ponerse de pié en medio de la clase, salir sin mediar palabra, entrar cinco minutos más tarde en la clase como quien entra en el bar, comiéndose una palmera y decir en voz alta: «tenía hambre». Y luego, en revisión poner como argumento la cantidad de matrículas de honor que ha sacado en otras asignaturas para justificar un teórico lamentable.
O hablar por movil en medio de la clase. O mandar y recibir SMS en medio de un examen. El problema, claro está, es que estos alumnos estaban poco motivados.
O aún mejor: proponer cuatro prácticas, de una mañana cada una -puntuadas a presencia-, y que cada una sube un punto neto sobre nota de examen. Y que no se pueden hacer porque, como están fuera del horario docente de dicho grupo -un grupo de tarde ¡como se atreve uno a ponerles prácticas por la mañana!-, son prácticas injustas. Pos bueno. Pos fale. Pos me alegro. Pos mu bien.
Ergo el objetivo de la universidad no es que los alumnos maduren, y su método no está optimizado para ello. Para madurar, y hacerse adulto -ergo consecuente con sus actos- hay otros métodos. A los 18 años puedes votar y conducir, se te supone maduro.
El método formativo podríamos discutirlo. Yo no estoy de acuerdo con todo lo que se hace; hay cosas manifiestamente mejorables en la Universidad, no te lo voy a negar. Pero a ti te pasa lo que a mucha gente, que aún pasando por la Universidad seguís sin entenderla. La Universidad no es la prolongación natural de la ESO. No comparte objetivos, ni medios. No te vamos a poner una redacción de media carilla como ejercicio.
No había pensado en ello. Quizás la solución es la siguiente: someter a votación entre el alumnado a principio de curso si aprueba todo el mundo sin hacer nada, o si damos la asignatura. O, después del examen, someter a votación entre el alumnado si se ha equivocado el profesor poniendo un examen muy duro, y subir un par de puntillos a todo el mundo.
Si consideras al profesor tan inmaduro como el alumno, y consideras que el profesor no tiene capacidad para evaluar a sus alumnos, entonces has entendido perfectamente la ESO moderna. Gracias a Dios tu sistema aún no ha entrado en la Universidad. Si no entiendes las connotaciones de que este sistema se imponga también en la Universidad, no te las explicaré yo. Algún día las entenderás.
Como curiosidad, he estudiado fuera de España también; y he dado clases como profesor universitario fuera de España también; y te equivocas completamente.
Te puedo decir que la única diferencia de las clases de fuera de España con la de España es que en nuestro país tengo que explicar qué es un logaritmo a alumnos de segundo de carrera. Y que fuera de España puedo recomendar la lectura de un artículo, y hablamos de él en la clase siguiente porque todo el mundo lo ha leído. Aquí no sirve para nada, la gente no está «motivada» y hay que «motivarlos» para que lean lo que les digo.
Lamento comunicarte que si un alumno no estudia, no hay como enseñarle. El proceso de aprendizaje es activo por parte del alumno, aunque algunos creais que es pasivo por parte del alumno.
Nadie acepta trabajos voluntarios.
Muy pocos aceptan prácticas voluntarias.
¿Castigamos la iniciativa, o es que no la hay, y la escusa cómoda es el profesor?
Ejemplo de la vida real: propones unos ejercicios, esperando que -como adultos- los hagan en sus casas, y vuelvan con los ejercicios resueltos. Terminas empleando el tiempo de la clase en que hagan los ejercicios, ya que si no, no los hacen -es decir, como en primaria-. Esto se llama realimentación, y es síntoma de ser un buen profesor -en lugar de ir a tu bola, ver como la gente responde, y obrar en consecuencia-. Si tratamos a la clase como adultos, ¿tiramos para adelante, y que cada uno apechuge con las consecuencias? Es una buena propuesta, pero dudo que sea popular…
Yo también recomiendo a mis alumnos una temporada trabajando en el extranjero. Al menos, en eso coincidimos.
Pues me alegro por ti. Mi experiencia universitaria como alumno fue buena: unos profesores me gustaron, otros no. De unos aprendí mucho, de otros poco. Había profesores malos, pero también auténticos maestros. Pero tomé de la experiencia muchas cosas, aprendí, y me fue muy útil. Y las cosas que recomiendo en mi blog a los estudiantes son las cosas que me hubiese gustado que alguien me hubiese dicho cuando entré. Y habría aprovechado más el tiempo. Pero sí: mi experiencia fue positiva, y veo que mejor que la tuya.
Hola David:
Excelentes tus comentarios, creo que expresaste muy claramente mi sentir respecto a la actitud de algunos alumnos en la universidad.
Soy profesora de asignatura en México (12 horas semanales), y realmente como tu comentas tal parece que la «infantilización» está influenciando peligrosamente a un gran porcentaje del alumnado. De igual manera he tenido alumnos excelentes en mi corta experiencia docente (tres años), y por ende los más destacados en actividades dentro y fuera de la universidad.
Al igual que tu siempre trato de transmitirles este mensaje «La vida es dura, muy dura» y si… parece increible que teniendo tanto trabajo todavía llegue a clase y me «pidan la hora libre» la cual por supuesto nunca les he dado.
Este año, por diversas situaciones laborales había decidido suspender las clases, sin embargo, creo que esta «necesidad» de transmitir lo poco o mucho de mi experiencia profesional es más fuerte que yo…. No tengo remedio, como lei en un artículo «La vocación no se compra, la docencia se ama»
Por cierto es interesante los puntos que tocas, yo soy contadora e imparto asignaturas administrativas a estudiantes de ingeniería.
Es un gusto poder escribirte.
Saludos
Ing. David Orceo :
Es todo un honor poder compartir estas lineas con usted, mi nombre es Silem Moises Peña Caballero, soy estudiante de Ingenieria en Sistemas Computacionales e Informacion en la Universidad Autonoma de Campeche(UAC), soy un joven de 21 años que vive en Mexico, Campeche; he decido ponerme en contacto con usted para presentarle mis respetos y mis comentarios sobre su blog; primero que nada debo decirle que su blog ha llegado a mi vida por una maestra de mi facultad que lee bastante su blog y nos llevo un articulo de usted el cual me fascino en el que debate con unos de sus alumnos de la universidad; solo queria decir que estoy totalmente de acuerdo con usted la universidad no tiene por que enseñarnos todo, la universidad solo es el trampolin que nosotros usamos para llegar a lo mas alto y es erroneo pensar que la universidad solo deba enseñar lo practico; en la mi facultad muchos maestros tienen su pensamiento, estamos ( los alumnos) estudiando una ingenieria y por lo tanot el nombre ya es mucho peso, aunque en las entrevistas de trabajo no nos pidan conocimientos de fisica, ecuaciones diferenciales o de calculo vectorial, uno como estudioante y futuro ingeniero debe tenr las bases y los conocimientos en generla para poder (algun dia) poder tomar las mejores decisiones que convengan para una empresa a la cual trabaje, seria un honor estar en contacto con usted y poder tener contacto y tal vez una sincera amistad, y no se tal vez pueda hasta ser mi maestro( si no es mucho atrevimiento) espero no ser una molestia y sin mas me despido de usted con un cordial saludo y un hasta pronto.
Atte.Silem Moises Peña Caballero
Para Giovanna: ante todo, gracias por tus comentarios. Y perdona por tardar tanto en contestarte; he tenido un último mes de locos, y no he podido dedicar tiempo al blog.
Estoy completamente de acuerdo contigo. Alguien ya me ha preguntado porqué me he metido en docencia, teniendo tan poco tiempo… la verdad es que es algo que, si te gusta, llena mucho. A pesar de las dificultades. La docencia vocacional es muy bonita, y disfruto mucho dando clase y viendo que puedo ayudar a algunos de mis alumnos (habitualmente, a los que se dejan ayudar)
Es un gusto poder leerte. :-)
Para mí es un honor que quieras estarlo. Sabes donde está mi correo, y como localizarme para lo que necesites. Y no, no eres una molestia.
(maestro… que bonita palabra… que pena que hoy los alumnos no nos vean como maestros, sino como profesores…)
Hola David: Gracias por tu respuesta, me da gusto que uno de mis alumnos hay navegado en tu página.
E igualmente, disculpas por la tardanza ha sido un mes de locos marzo laboralmente efectivamente.
Espero podamos seguir en contacto. Saludos
Hola David, aunque tienes razón en muchas cosas que dices, igual que hay alumnos malos hay proferores malos, y que taches de intrascendentes los argumentos de Jero porque solo suceda con algun profesor me parece inadmisible.
Primero, porque hay bastantes profesores malos, algunos por incompetentes (y he conocodio profesores completamente incompetentes) y otros porque parece que su meta en la vida es amargar a sus alumnos o superar su propio record de suspensos, o vaya ud a saber que extrañas causas les llevan a hacer lo que hacen.
Segundo, porque un alumno malo probablemente influye sólo en sí mismo, pero un profesor malo influye en todos sus alumnos, así pues la mala acitud y aptitud de un solo profesor trasciende en miles de alumnos.
Tú puedes ser un profesor excelente (no lo se puesto que no te conozco) pero el hecho de que haya profesores MALOS (y no solo uno…) hace que las cosas no vayan como deben ir. Está claro que todo esos alumnos que son unos vagos y/o inmaduros no deberían quejarse, en general, pues su fracaso es pricipalmente culpa de llos mismos, pero ¿y los buenos alumnos que se han visto abocados al fracaso, o han visto como sus años de estudiante se alargaban más y más por culpa de algun profesor «malo»? y casos hay muchos, incluso de gente que ha tenid que cambiar de universidad para salir adelante.
Por no hablar, claro, de lo que ya se ha comentado más arriba, que un alumno malo suspende o abandona… pero los profesores malos siguen ahí, año tras año, haciendo la vida imposible a miles de alumnos.
Además, no me negarás que uno de esos profesores puede quitar la motivación a cualquiera, lo cual puede llevar a que haya alumnos que acaben fracasando en otras asignaturas debido a los efectos que algún mal profesor cause en ellos.
Hay alumnos buenos y alumnos malos, profesores buenos y profesores malos, taxistas buenos y taxistas malos, y hasta -fíjate- sexadores de pollos buenos y sexadores de pollos malos. ¿Y…?
No tacho los argumentos de Jero de intrascendentes. Tacho alguno de intrascendente. Por ejemplo, es intrascendente que algún profesor no cumpla con su cometido para que un alumno aproveche la Universidad. También es intrascendente que una puerta del edificio de Informática de al vacío. Si todas dieran al vacío, sí sería un problema. No se si me expreso de forma suficientemente clara.
Por tu forma de expresarte, sospecho que eres un alumno. Es bueno, pues, que intervengas en el debate, aunque solo sea para oír lo que tus compañeros no te van a decir: la Universidad es una experiencia única en la vida. Puedes salir con el papelote, o con cientos de experiencias vitales. Depende de como te lo montes. Y un porcentaje de malos profesores no es lo que hará intrascendente tu experiencia, sino la actitud que tomes ante los problemas que te vas a encontrar.
Estás muy equivocado. Yo como profesor hablo con un alumno entre una y cuatro horas al día, y el alumno no necesariamente me escucha. Mi nivel de influencia es más bajo de lo que parece: tener platea y que esta te escuche son dos animales distintos. El alumno tendrá cuatro docenas de profesores distintos, como mínimo, antes de acabar la carrera. Mi aportación al alumno será transcendente en tanto en cuanto pueda transmitirle una experiencia vital que le ayude en su vida futura.
Por otro lado, un mal alumno -de los malos-, puede destrozarte un grupo entero. Organizar follón, interrumpir constantemente la clase gritando estupideces -no es haciendo preguntas, sino gritando payasadas-, buscar resquicios legales para que no se hagan prácticas… he tenido de todo. Y el castigo en rendimiento a sus compañeros es brutal. He tenido ya más de un alumno de los maduros -es decir, de los que salen de la Universidad, se ponen a trabajar, y vuelven diez años más tarde a terminar- lamentándose de estas actitudes, porque no permiten avanzar al grupo…
Es cierto que un mal profesor puede hacer que no aprendas una asignatura. Que la odies, o que la suspendas injustamente repetidas veces. Pero analiza el porcentaje de efecto que tiene una asignatura sobre el medio centenar de asignaturas de la carrera.
Además, en tu vida encontrarás compañeros cabrones, jefes cabrones, empleados cabrones, socios cabrones… pero también encontraras muy buena gente. Gente que te ayudará, gente con la que colaborarás, gente con la que harás cosas… Deberás aprender a minimizar el impacto de los «problemáticos», y enriquecerte de aquellos que pueden aportarte algo. Ahora en la Universidad estás en un momento estupendo para aprender también esto.
Pues depende de a quien se lo preguntes. La gente cuenta la película como la vive. Algunos me consideran un profesor cruel y despiadado, que se ha llevado por delante el 70% de los presentados en una asignatura de 7,5 créditos de Teleco, que antes de llegar yo aprobaba hasta el tato. A casi todos les sienta mal que el primer día de clase les diga que o se ponen las pilas o terminarán de mileuristas en una cárnica, porque lo del «Sr. Ingeniero» ya no existe. O que les recuerde el número de curriculums que me entran al día en el mailbox de ingenieros recién licenciados, completamente comoditizados. Otros me tienen en otra estima. Pero, la verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero. Y que yo sea un buen profesor o un mal profesor debería afectar poco a la realidad de lo que digo. Analiza que actitud te hará mejorar en todos los sentidos: la actitud del que ve la Universidad como una carrera de obstáculos donde cada obstáculo está puesto por un malvado mutante amargado que hace de profesor y que tiene como objetivo en la vida que nadie pase el obstáculo; y al final de la cual te espera un papelote. O la actitud del que quiere aprovechar lo máximo de su experiencia en la Universidad. Se que la primera es una postura extrema, pero la de mucha gente se parece más a la primera de lo que están dispuestos a reconocer.
Bueno, veo que no respondes a algunos de los puntos que he expuesto, entre ellos el de alargar los años de estudio por culpa de algun profesor malo (incluso de uno sólo), cuando este punto es clave…
Me dices que tu aportacion no es trascendente para tus alumnos porque tienen muchos más profesores y además hablas poco con ellos, pero ¿qué me dices, por ejemplo, de los miles de alumnos que han tenido que alargar sus años de estudio por culpa de un solo profesor? SI ha sido trascendente. Por no hablar de los que
se han tenido que cambiar de universidad, o aún peor. los que han acabado tan mal que han abandonado la carrera.
En cuanto a que un alumno malo te destroce todo el grupo con sus «estupideces» y demás, eso puede pasar en el colegio, pero en la universidad la gente ya ha madurado un poquito (unos más que otros) y los payasos no influyen en casi ningun otro estudiante (quizá sí en otros medio payasos).
En cuanto al efecto que puede tener una asignatura sobre tantas como hay en la carrera, no es tanto la asignatura en si lo que tiene el efecto, si no el hecho de que te estén «puteando» (el factor psicológico también es importante), también influye en tanto en cuanto necesites dedicar más tiempo a esa asignatura y por tanto tengas menos tiempo para el resto, a parte de eso hay asignaturas cuyo temario incide directamente en otras, y cuando profesores incompetentes se empeñan en que algo es negro cuando es blanco puede confundirte con consecuencias en las asignaturas relacionadas.
En cuanto a los compañeros, jefes, etc «cabrones» que encontraré en mi vida, bueno, partes de un error de base, ya que piensas que soy alumno. Hace tiempo que dejé la universidad y por suerte llevo años dedicándome profesionalmente a lo que estudié, y desde luego un compañero o un jefe cabrón pueden complicarte la vida, lo mismo que si son incompetentes, pero cuando me he encontrado con cosas así he podido sacarme las castañas del fuego yo mismo, haciendo bien mi trabajo y con mi esfuerzo (y el de otros compañeros competentes…) finalmente las cosas salen adelante, porque podemos hacerlo, aunque sea hrehaciendo bien el trabajo que otros han hecho mal o ni se han molestado en hacer a tiempo,sin embargo cuando tienes un profesor malo no puedes avanzar, puesto que no te deja, no puedes hacer su trabajo, y no puedes aprobarte aunque sepas que conoces la materia (en algunos casos mejor que el propio profesor). Conclusión: es peor un mal profesor que un mal jefe o un mal compañero.
Con el último párrafo de tu comentario estoy completamente de acuerdo, y por supuesto de las 2 actitudes la que hay que mejorar es la primera, no creo que nadie dude eso.
El problema es que no es la clave. Nunca he negado que haya profesores malos; pero es que eso no lo es importante. Lo importante es lo que los anglosajones llaman «big picture». La visión global. Y la actitud del alumno hacia la experiencia.
En la carrera encontrará profesores buenos, y profesores malos. Compañeros buenos, y compañeros malos. Asignaturas que le gusten, y otras que no le gusten. Pero esto es la realidad. Hay cosas agradables, y cosas que no lo son.
El post de Jero muestra una actitud ante la Universidad con la que lo más que conseguirá son algunos amigos más entre el alumnado, y un papelote. Pero lo primero lo consigue también apuntándose a un club de bailes de salón; y el papelote no vale tanto como la gente cree. Con esta actitud, nadie aprovecha todo lo que la experiencia universitaria puede darle. No estoy de acuerdo con esta actitud, y aviso que no es la mejor.
No. Lo que digo es que la capacidad de influencia que nos atribuyes a los profesores está sobrevalorada. Mi aportación al alumno será transcendente en tanto en cuanto pueda transmitirle una experiencia vital que le ayude en su vida futura. (palabras textuales) La considero transcendente, por lo tanto, en tanto en cuanto se genere esta transmisión de experiencias vitales. La influencia de un profesor, por otro lado comienza -y termina- en su capacidad para servir de ayuda al alumno.
Eso nos ha pasado a todos. Y, la verdad, no me considero veterano de guerra por ello, ni tengo un trauma que se manifieste en terrores nocturnos. A muchos nos pasó, lo solucionamos, y listo. De hecho, me he enfrentado después con situaciones más complicadas, donde me he jugado más, y gente de peor calaña me ha perjudicado más. Forma parte de la vida. Hay profesores buenos y malos, jueces buenos y malos, policias buenos y malos. Y así es la vida. La Universidad como experiencia es una cosa, y un profesor malo en concreto es otra. Y lo segundo no es problema: aprendes, y sigues para adelante.
No conozco ningún caso de los primeros. El «aún peor» tampoco lo conozco. Los que abandonaron de mi promoción no lo hicieron porque en una asignatura el profesor maligno fue a por ellos, sino porque no podían aguantar el ritmo, no tenían capacidad, no tenían fuerza de voluntad o simplemente porque dejó de interesarles la carrera. En alguno puede que un profesor en concreto fuera la gota que colmó el vaso; pero no conozco a nadie que dejara la carrera por un profesor. Sí conozco gente que tiene un amigo que conoce a fulanito que se fue de la carrera/se suicidó/se hizo Hare Krisna por la influencia maléfica de un profesor que lo suspendía siempre. Pero probablemente ahora esa persona sea el cámara de lo de Ricky Martin y el perrito.
Precisamente lo que critico en mi post es la actitud de inmadurez a la hora de afrontar la Universidad, y de creerse que esto sigue siendo el colegio. Y creeme, esta actitud la veo todos los días. El problema es que el «patio» laboral no está para estas fiestas.
Sí, por algunos comentarios parece que estás estudiando, y aún no has entrado en el mundo laboral.
Pues, la verdad: entre un jefe cabrón en una empresa privada, que te puede echar mañana si le apetece, pagando una hipoteca; y un profesor que no me traga… pues yo tengo claro que es peor. Y no te lo voy a explicar, más si ya estás trabajado y estás a vuelta de todo esto.
compañero profesor solo quiero saber, cual podria se su ayuda como consultor, en la parte de la Sociología Laboral.
muchas gracias
Estoy de acuerdo con las críticas hechas tanto a profesores como a alumnos. Creo que todos somos personas y como tales, podemos fallar o no estar a la altura de las circunstancias por muy maduros o experimentados que seamos y por muy claras que tengamos nuestras ideas. Como alumna, he podido ver la desmotivación general y la ley del mínimo esfuerzo de algunos alumnos, al igual que el cansancio, el pasotismo y la falta de respeto de algunos profesores. Creo que, referente a los estudiantes, el problema se encuentra mucho antes de ir a la Universidad, ya en la ESO. Estas en primaria en tu mundo de nubes y algodón y te imponen un cambio que “será horrible?, te dicen que deberás esforzarte, estudiar mucho porque será muy difícil pero cuando llegas descubres que te sacas el graduado sin ningún problema. Luego en Bachillerato, que también es otro cambio temible hasta que estás allí, pasa lo mismo. Te esfuerzas un poquito más para poder sacar una buena nota e ir a la Universidad que tú quieres pero cada año el nivel baja más y más. Los exámenes finales empiezan a ser unos cuantos parciales más distribuidos en dos semanas y si faltan horas para cumplir con la normativa se inventan asignaturas fáciles para que no molesten a nadie. ¿Cómo quieren que lleguen luego los estudiantes a la Universidad? Si la reacción a la decadencia estudiantil es facilitar las cosas ¿Qué debe hacer la Universidad? ¿Sumarse y bajar más el nivel? Entonces nos cargamos la educación… y todo lo que ello implica. Quizás lo que necesitemos es un concepto de educación distinto al que tenemos, algo que descarte el cinismo que implica que una sola persona tenga en sus manos al resto, algo que no se base en memorizar ni en dar por hecho que el que saca mejores notas es el que triunfará en la vida porque hay muchas otras cosas que no se enseñan en ninguna escuela.Y quizás son precisamente estas cosas las que se echan de menos en los jóvenes de hoy en día. Creo que la educación es una asignatura pendiente de toda la sociedad y que nos hace falta un buen cambio: Todo ha evolucionado, la educación sigue planteándose igual desde hace siglos… y eso resulta impensable cuando se habla de algo tan importante.
En fin, es un tema que realmente debería preocuparnos y ante el cual no surgen demasiadas soluciones.
Gracias por vuestra atención.
A Ari, del comentario anterior, totalmente deacuerdo con su opinión…
Reforma tras reforma no se consigue arreglar nada, lo que hace falta es un derrumbe y crear desde los cimientos un nuevo sistema, mas acorde con los tiempos que corren.
«Si investigas un poco por mi página, descubrirás que, aparte de estudiar Ingeniería de telecomunicación, fundé una empresa, estoy a la cabeza de otra start-up tecnológica, y hace ya tiempo que superé otros estudios.
Una persona que no ha cumplido veinticinco años y da 10 conferencias anuales sobre nuevos medios e innovación tecnológica, es obvio que cuando comenta esto no lo hace con convencimiento de causa.»
Fundé una empresa? Qué hace falta estudiar para eso¿?
10 conferencias anuales sobre nuevos medios? Pibe, eso lo hago yo sin haber ido a la universidad.
Esta gente que lo tiene todo fácil todavía lo quiere más servido.
Muy bueno el artículo inicial.
Mi madre es profesora y mi padre es médico, y de los dos y de mi propia experiencia he aprendido que nadie es responsable de que tu aprendas y de motivarte. Esos conceptos son personales y el único responsable somos uno mismo.
Entiendo que el trabajo de la Universidad como conjunto de profesores y normas es darte soporte a estas tareas y acreditar, en el mejor de los casos que lo has hecho bien y darte un documento que nadie pueda rebatirte .
Y en fin, que si tienes un profe cabrón, pues ajo y agua, que la vida es dificil y cuanto antes aprendas a adaptarte, más nos sirves a todos, empieza desde yá a desarrollar mano izquierda para desarrollar todo tu potencial como persona, que al final, si eres inteligente realmente y sabes cual es tu objetivo, se sacan las cosas. Y lo dice una que lo encontró muy dificil, pero justo al fin y al cabo, pues comparandolo con la vida despues de la universidad y despues de releer quejas como la de estos alumnos que lo que pasa es que no saben lo que es esforzarse para conseguir algo, pues la verdad, me he decidido a escribir.
Felicidades por tu trayectoria, David.
Valle
@Valle:
Estoy completamente de acuerdo contigo.
Y gracias por las felicitaciones. :-)
Yo estoy en segundo de ingenieria y me averguenza ver que algunos profesores unicamente conocen los apuntes (algo) mejor que yo. A mi me gustaria que los profesores tuvieran claro que antes de enseñar deberia conocer un poco el mundo real, ya que muchos dan verdadera verguenza. Entiendo que son como la mayoria de los politicos, empezaron de jovenes viviendo de engañar a los votantes y no saben hacer absolutamente nada mas. Es cierto que hay profesores inteligentes y que a veces son capaces de dar mas alla de lo que viene en sus apuntes, pero la gran mayoria son una pandilla de zoquetes garrulones que solo saben repetir como loros los apuntes que hicieron hace unos años y cacarear bobadas sobre psicologia juvenil. Lastimoso.
@Paco:
Tienes razón en que, desgraciadamente, algunos profesores conocen los apuntes apenas algo mejor que tú.
No sé como será exactamente en tu universidad; en la mía, la docencia la escoge el profesorado por estricto orden de tipo de figura académica (primero catedráticos, después titulares, después contratados, después un grupo de becarios, y finalmente asociados); por dedicación (primero a tiempo completo, después a tiempo parcial) y por antigüedad. En ninguna parte del proceso se mide ni experiencia, ni trayectoria. Como efecto secundario, algunos profesores dan cosas que no deberían dar. Esto es complicado de solucionar, como todos los problemas de asignación; y de por sí daría para un debate interesante. No es bueno, y desgraciadamente con eso y con los malos profesores (que no coincide necesariamente el grupo de «malos profesores» del «profesores que no deberían dar la materia que dan»), es un problema con el que deberás tratar. Con ese problema, y con el de malos empleados, malos jefes, malos compañeros, malos clientes y malos proveedores. Aprender a tratar con la incompetencia o la mala fe, desgraciadamente, es necesario en el mundo actual. Personalmente creo que la mayor parte de los profesores conoce bien su materia y que hay muchos profesores buenos, pero los malos dejan tanta huella que es difícil mirar a otro lado.
Respecto a lo del mundo real, en España por la configuración del sistema de acceso a la carrera docente universitaria se penaliza tanto «estar fuera» del mundo universitario, que muy pocos que lo hayan hecho han conseguido volver. En otros países (EEUU, por ejemplo) existen mecanismos para que los profesores puedan desengancharse y reengancharse en el futuro mucho más adecuados que los que tenemos. Por otro lado, el mecanismo de los «tiempos parciales» desgraciadamente no se usa ni tanto como se debiera ni para lo que debiera; y en mi opinión es una figura que terminará desapareciendo porque somos ajenos a las mecánicas internas de la universidad.
Respecto a que sea la gran mayoría… yo no creo que el colectivo del profesorado sea distinto de el de los médicos, o del de los electricistas. Los hay malos, mediocres, y buenos; y la distribución seguirá una campana de Gauss, como la de cualquier resultado generado por un montón de variables aleatorias pequeñas, sin correlación entre sí.
Con los alumnos pasa exactamente igual. Los hay malos, mediocres y buenos. Eso es lo normal, y cualquier otra forma de curva significa que algo está pasando.
Sin embargo, aún reconociendo las limitaciones del profesorado, esta entrada no tiene eso como tema principal (aunque no tengo problema en discutirlo). He visto que me han aparecido algunos grupos con distribuciones muy «escoradas» (uno de programación declarativa en informática, y otro de fundamentos de los computadores en telecomunicaciones, los peores). Y es preocupante este tipo de desviaciones. No para mí, ya que no soy yo el que tiene el problema real. El que tiene el problema real es el alumno que quiere sacar lo mejor de unos estudios que le están ocupando los mejores años de su vida, y el «ambiente» no se lo está permitiendo.
Probablemente no lo sabrás, pero desde que escribí esta entrada comencé a cursar también una carrera como alumno. Este hecho me permite ver los toros desde los dos lados de la barrera. Y me reafirmo en todo lo dicho. Especialmente en los consejos que doy para aprovechar mejor tus años de paso por la universidad; que ahora sí puedo asegurarte que son de plena vigencia. Son cosas que me gustaría que alguien me hubiese estudiado cuando comencé a estudiar mi primera carrera, y que ahora veo que estos consejos me son incluso más útiles de lo que me habrían sido entonces.
Creo que los mayoría de los profesores y de sus clases sois absolutamente prescindibles, pues, y ésta es mi experiencia como alumno, yo he sacado prácticamente todas las asignaturas a pulso, es decir, me han servido de muy poco las clases presenciales.
Y, en la mayoría de los casos ésto se debe a una falta de interés por parte del profesorado, así como una carencia total de los conocimientos pedagógicos necesarios para dar una clase, es decir, puede ser que tengais los conocimientos (y créanme en algunos casos ni eso), pero no teneis los conocimientos necesarios para poder transmitir esos otros conocimientos.
Así pues, considero que una manera fácil de eliminar costes sería suprimir dichas clases.
Sr Santos,
Es muy fácil echar balones fuera, y evadirse de la responsabilidad pero le recuerdo que en el proceso del aprendizaje hay dos partes implicadas:
– El profesor y el alumno.
Y que por tanto la responsabilidad es compartida.
@Jose:
Los profesores no somos imprescindibles, pero tampoco prescindibles. Somos una ayuda, algunos alumnos pueden necesitarla, y otros no. Buenos profesores son una buena ayuda, malos profesores… en el sistema de toda la vida podías no ir a clase, en el de Bolonia hay que sufrirlos hasta el final.
Yo he tenido profesores buenos, mediocres y malos. No he sido alumno de ir mucho a clase, pero de los profesores buenos no me he perdido ni una. Es mi experiencia, y como tal la cuento.
Respecto a los «conocimientos pedagógicos», he estado en cursos en los que se imparte «conocimientos pedagógicos». Algún día tengo que hacer una entrada sobre lo que dice la pedagogía. Pero no te preocupes, Bolonia ya ha entrado, ya es inevitable el constructivismo en la universidad, y vas a tener más «pedagogía» de la que serás capaz de soportar.
Finalmente, en el proceso de aprendizaje solo hay un actor: el alumno. El resto, es pedagogía moderna (que vas a disfrutar, no te preocupes). Si el alumno no quiere aprender, el alumno no aprende. Si el profesor no quiere enseñar, el alumno aprende de los libros. El profesor sirve para facilitar, para explicar, para aportar puntos de vista. Pero al final del día, el que se tiene quedar estudiando es el alumno. Lo siento muchísimo. Si me voltean este sábado (que tengo examen como alumno) la asignatura de teoría de máquinas porque me equivoco con el mecanismo, es mi culpa, no del profesor. Y si un alumno me dice en un examen que lo mejor para un sistema operativo de tiempo real es un round robin multinivel con prioridad dinámica, y además me lo justifica, es su culpa.
Buenas, yo soy estudiante de informatica en Valencia, y en parte, estoy de acuerdo con lo que dices de que la Universidad debería ser un sitio para ayudar a hacernos mejores ingenieros y porque no personas.
Pero en la práctica, la universidad se parece más a una extensión del instituto, es decir, te dan un temario, te explican ejercicios y solo se te pregunta por ese temario. No te dan tiempo para digamos proyectos propios(supongo que será porque no se aprovecharía ya que la gente(no todos) solo quiere sacarse el titulo y a ser posible hacer lo mínimo posible. Y supongo que dirás que puedes hacerlo en tu tiempo libre, pero no es sencillo y a veces no es posible hacerse las prácticas, estudiarse la teoria(en la que muchas veces lo que te premian es que te lo sepas más que si lo entiendes), acudir a alguna tutoría y encima hacer tus proyectos personales.
Sobre el profesorado hay de todo profesores a los que no les importa estar ahí a cualquier hora para cualquier consulta u ayuda relacionada o no con su asignatura(digamos que tienen vocación de profesor), pero luego están los que tienen alma de funcionario, es decir, doy estas clases, estas tutorias a las que me obligan y no me preguntes más que no te contestaré.
Y sobre los alumnos, estoy de acuerdo contigo enque una parte debería estar sino en primaria en la guardería, que manda huevos, que con 18-22 años halla gente que se dedique a correr por las clases y saltar por encima las mesas entre otras idioteces.
Seguro que me queda alguna cosa por decir, ya la pondré si me acuerdo en otro comentario.
Por cierto, cambiando de tema, he descubierto este blog a partir de la charla que diste supongo que hace ya tiempo, creo que en málaga sobre openMosix, me la vi ayer por la noche y la verdad que hay que felicitarte por ella.
Un saludo, Diego.