Las encuestas de los alumnos son una muy buena idea, con una pésima ejecución.
En principio, la realimentación que te da como profesor las encuestas es muy útil: es importante saber si, además de que la gente aprueba, considera que estás dando las clases de forma erronea. Además, me parece muy buena la mecánica de que se da siempre el resultado de las encuestas bien pasada la convocatoria de septiembre: permite evitar que determinados profesores puedan tomar represalias con el alumnado, si no les gusta el resultado. Falta -en mi opinión-, una pregunta abierta sobre qué nos ha parecido la actividad docente, en unas pocas líneas, que luego nos hagan llegar mecanografiada para evitar saber quién ha sido el autor; ya que a veces apenas con las preguntas cerradas los alumnos no pueden expresar su opinión. Es difícil a veces para el alumno expresar una opinión crítica constructiva delante del profesor por temor a represalias, y tienes que conocer ya muy bien a un alumno, haberle llevado el proyecto y tener mucha confianza con él para que te diga que el rey está desnudo. La asimetría de poder en la relación profesor-alumno es demasiado grande.
Pero luego vienen los peros: el primero, que la encuesta se hace demasiado pronto. Muchos desdobles y segundas partes de asignaturas comienzan ahora. Es absurdo que, comenzando el día 11 de este mes programación en primero de teleco, y llevando apenas tres clases de prolog, se pretenda una evaluación objetiva de la actividad docente de ambas asignaturas.
El segundo, que no se usan para lo que se deben, ni se usarán para lo que se deben. Ahora solo sirven para que el profesor sepa si lo que hace gusta o no. Conozco profesores que se interesan por lo que sale: casualmente, son los buenos, los que se preocupan, y habitualmente sacan buenas evaluaciones. Los profesores realmente malos, para los que las encuestas tendrían que servir realmente para algo, tiran directamente las encuestas a la basura. Les resbala, lo que salga, simplemente.
Pero viene Bolonia y el Constructivismo a martillazos -y mira que lo vengo avisando-. Ha salido el documento Docentia, en el que lo que más prima para los sexenios son las encuestas, tener muchos aprobados sobre presentados, y muchos presentados sobre matriculados. Y ahora le vemos las orejas al lobo: cobrarán más pasta los profesores de asignaturas fáciles, o que pasen la mano a los alumnos. Señores, esto ya pasa en secundaria. El que no lo ha visto venir, es porque no ha querido verlo. Avisé que terminaríamos pasándoles fotocopias a los alumnos con un circulito, y pidiendo que lo rellenaran de colorines con ceras sin salirse. Pues está pasando. Vale, temporalmente llenaremos las aulas, estamos solucionando temporalmente el problema de que la universidad española se vacía, y ya de paso evitamos que la faja etaria entre los 18 y los 22 se apunte al paro. Los alumnos serán felices. Pero ¿a costa de qué? Ahora es cuando se está poniendo más dura la realidad. Ahora un licenciado español compite con gente de todo el mundo, que se toma la formación más en serio que él. No nos engañemos, la cosa está muy dura, hay que ser muy bueno para sobrevivir, y no vamos a salir de la crisis el 2010. Ni el 2011. Ni el 2012. Se maquillarán las cifras, pero la situación económica va a parecer una película de Troma. ¿Esto significa que a todos les va a ir mal? No. Los más aptos, los más capacitados, los más preparados, los más eficientes sobrevivirán. Como ha sido siempre. Y competimos con todo el planeta. Si no queremos verlo, tenemos un problema. La única forma que tenemos de salir de esta es exactamente la contraria: trabajar más duro que nadie. Y lo siento, pasar la mano a los alumnos en la universidad es estafarles, les robamos el tiempo, el dinero y la juventud. Lo que pasa es que se darán cuenta años después de salir de la universidad, verán que estuvieron haciendo el lila durante varios años, y entonces no nos podrán hacer «daño» sus encuestas. Gana el gobierno, gana la universidad, gana el profesor poco profesional. Pierde el alumno, y revoluciona a los profesores profesionales que quedan; que son más de los que parece a pesar de que el sistema les impide trabajar.
¿Cuando se deben hacer las encuestas en mi opinión? Dos semanas antes de los exámenes. El alumno a mitad de enero ya tiene claro de qué va el profesorado de las «segundas partes», y los desdobles.
Lo que es más importante. ¿Que se debería hacer con los resultados de las encuestas? La universidad debería revisar de oficio la actividad docente de aquellos profesores que sistemáticamente sacan puntuaciones debajo del 2,5; un año puede que haya mal rollo entre un profesor y sus alumnos. Pasa, sobre todo cuando los «cabecillas» de la clase no están por la labor. Pero malos resultados continuados son indicativos de que pasa algo; y a un profesor bajo esas circunstancias deberían echarlo, aunque sea funcionario.
Finalmente, por favor, pongan la pregunta abierta genérica; aunque su tratamiento sea complicado, nos permitiría a los profesores usar la encuesta para pulir los errores, que seguro que tenemos. Cosas como «escribe demasiado bajo en la pizarra», «no se le escucha desde la sexta fila» y similares son mucho más importantes en la realidad de lo que parece.
Por cierto, esto no es un rebote por malos resultados: este año, un 4,53 sobre cinco en la única asignatura en la que me responsabilizo por completo, y el resto con notas altas -este año la más alta mía ha sido un 4,71-. Lo hago porque ahora con Docentia viene el llanto. Avisé que esto venía en el paquete con Bolonia y el constructivismo. Ahora viene, y muchos están escandalizados cuando no tiene arreglo.
El problema es que este tipo de cosas son un desastre, pero las consecuencias solo se ven a largo plazo y las soluciones son a largo plazo también, así que solo cuatro visionarios predicarán en el desierto mientras los tachan de paranoicos y exagerados.
Está claro que los intentos que hace la Universidad para adaptarse a los nuevos tiempos no están funcionando, pero la culpa no es de la iniciativa en sí, es que la base sobre la que se aplican no funciona.
«Dos semanas antes de los exámenes» quedan tres gatos contados en clase para hacer la encuesta y poner a caldo a los profesores realmente malos
Por cierto que hay un vídeo muy interesante de un decano explicando de forma sencilla lo que supone el plan Bolonia:
http://www.youtube.com/watch?v=sUYBKSm9Si4
@joaquín:
El problema es que Bolonia no es un intento de la universidad para adaptarse a los nuevos tiempos. Bolonia es la excusa de un montón de gente para meter un montón de cosas a martillazos. Cada uno tiene su agenda, y aprovecha que Bolonia pasaba por allí para meter su zarpa.
@hith:
Depende de la asignatura. Me consta que hay algunos profesores que reciben consideraciones extremadamente negativas, año tras año. Tienes razón en que muchos alumnos que no toleran al profesor no están ya en clase. También he disfrutado de algún caso pintoresco en otro sentido (una vez en un grupo tuve una versión castiza de «el follonero», preguntando tonterías, protestando por todo e interrumpiendo constantemente la clase; cuando llegaron los exámenes, descubrí que ni estaba matriculado. Sospecho que este en particular me puso a parir en la encuesta. Supongo que estas cosas pasan)
De cualquier forma, si estás evaluando como da un profesor clase, tiene sentido preguntárselo a los que están yendo a clase.
Otra cosa es preguntarse porqué a determinados profesores que tienen 150 matriculados les van seis todos los años a clase. Pero, como en el caso de las encuestas, no creo que sea vincular sextenios a asistencias: lo único que conseguirás es asistencia a clase obligatoria, pasar lista todos los días y suspender al que falte tres veces. En algunas carreras ya se hace así. Quizás sea más sensato indagar a los profesores que, insistentemente, año tras año, impartan la asignatura que impartan, vacían sus clases. Y no jugando a sextenios, sino a expedientar a los profesores que muestren que son rematadamente malos.
@sotanez:
Acabo de leer tu mensaje. Casualmente, esta mañana me mandaron el enlace por correo, subí el post, me he puesto a moderar comentarios y a responderlos, y he encontrado el tuyo. Pero gracias por el enlace, creo que se le entiende (de hecho, la razón que él expone es la razón por la que el gobierno mete Bolonia; otros tienen otras razones)
Lo de echar a un profesor si obtiene malos resultado seria interesante aunque mas interesante seria que una persona se dedique a lo que mejor se le da, ya sea dar clases o investigar.
En mis años de facultad conoci profesores muy malos dando clase pero que tambien investigaban muy bien.
Una de cal y otra de arena.
@Antonio Garcia:
Una cosa que he repetido muchas veces es que en España es absurdo que la única forma de hacer carrera científica pura sea trabajar para el CSIC.
En los países civilizados las universidades contratan a profesores para que den clases, y les facilitan la investigación; y a investigadores para que investiguen, y les facilitan la docencia en lo que investigan.
Otro problema que tenemos -no relacionado con Bolonia, pero sí con la universidad- es la inexistencia en España de una carrera profesional para un investigador puro en la universidad. Y creo que eso es solución sensata a lo que comentas.