Cuantas veces hemos vivido esto los que nos dedicamos a los servicios…
la última, hace menos de un año, con una de las «grandes» de la «carne» a kilo de la región (yamentendéis); intentando aplicar sobre mí sus técnicas «avanzadas» de negociación. Y aún alguno se pregunta porqué cada vez más me gusta trabajar con empresas/clientes finales, y menos aceptar subcontratas de consultoras…
Gracias, Ángel por el video. Extraido de presión blogosférica.
Excelente recreación! Real como la vida misma, salvo una diferencia, ninguno de los «chantajeados» se «baja los pantalones». Esto no es tan frecuente en la vida real. Nos movemos demasiado con «el culo al aire», al menos en la ingeniería que yo conozco :(
El mercado está tan establecido que dudo que sea alguna vez diferente a eso.
La cosa es que me lo han intentado hacer un par de veces este año, una de ellas con el proyecto arrancado: cliente de «presunta confianza», proyecto arrancado y con un mes de trabajo ejecutado, sin haber cobrado adelanto. Sí, se que eso no se hace, pero era un cliente con el que ya había hecho cosas antes y me fiaba de la palabra de la persona con la que hablaba -que incluía el «no te preocupes, que si esto se cancela o hay problemas, cobrarás lo que lleves trabajado»-; esta persona se fue a fin de año, y el nuevo interlocutor no sabía/recordaba/conocía lo acordado con el anterior.
Ante el mensaje de «estos son lentejas», la única respuesta que he encontrado es «y esto también, y dos huevos duros más». Habitualmente el cliente que comienza con tonterías, no merece la pena; y la relación en la que aceptas eso, suele terminar mal.
Entre las cárnicas y consultoras parece que ahora se ha puesto de moda sacar los ojos a los freelances. Lo que a mi me ha funcionado este año es saltar a cárnicas y consultoras, e ir directamente a cliente final con mis precios. Mis costes son menores, y mis precios son muchísimo más razonables, por lo que no suele haber problemas con clientes finales (empresas no tecnológicas).
Sí, es cierto, a muchos freelances puede que nos saque de nuestra «zona de confort»; no es lo mismo la labor comercial con tres empresas conocidas, en modo «sota-caballo-rey», que te mandan el trabajo a tu casa, que visitar clientes en un polígono; los problemas del cliente son otros, y el vocabulario es otro. Pero esa empresa no tecnológica os aviso que será mucho más sensata y razonable -al menos, en mi experiencia-, que el intermediario de toda la vida que presuntamente conoce el mercado, el producto y la tecnología.
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Doy fe de lo razonables que son los clientes finales frente a empresas intermediarias.
Y ¡OJO! como entre el cliente y tu tengas que pasar por el departamento informatico de su p*** madre (rellenese los asteriscos con lo que se desee), porque yo en la mayoría de los casos me encuentro a un gilipollas o dos venidos a mas, que no tienen ni idea de nada, y son incapaces de hacer la O con un canuto, hasta el punto de no saber exportar una tabla de mysql a un archivo, cosa que se hace pulsando un boton, pero que te llevaran la contraria en todo por puras ganas de joder(Suele molestarles que alguien cobre su sueldo de dos meses por un trabajo de unos días, me pregunto si se han planteado que si la empresa ha contratado alguien de fuera en lugar de encargar eso a su departamento informatico, es por algo).
En fin, no sigo que me enervo, yo por suerte estoy consiguiendo cada vez mas dejar saltar directamente por encima del departamento informatico de mis clientes, sea del tamaño que sea, y tratar directamente con el cliente en sí, que me da mucha mas libertad siempre que las cosas salgan como quiere.
Saludos a todos y animo, que no podemos dejar que nos pisen!!
Lo del restaurante pensáis que es una coña salida totalmente de la realidad, pero se da. Una vez contratada una boda, con compromiso de reserva desde hace meses, quizás años, la gente empieza a pedir. Que si en tal restaurante nos dan esto, que si en tal hotel nos regalan la noche de suite, que si nosotros queremos un tipo diferente de todos los menús que ofertáis.
También suele suceder que, al contratar algún banquete, se quiera un menú de 50 euros, por ejemplo, pero se diga que el presupuesto es de 40. Si no no podremos hacerlo.
La gente se está acostumbrando a regatear en todos los sitios. Claro que los bancos, empresas que se supone de toda solvencia y seriedad, son las primeras en las que se hace y entonces la gente piensa que por qué no es un restaurante, en una tienda o en la peluquería.