{"id":20,"date":"2006-09-23T19:02:41","date_gmt":"2006-09-23T17:02:41","guid":{"rendered":"http:\/\/www.orcero.org\/irbis\/blog\/?p=20"},"modified":"2007-05-10T23:28:02","modified_gmt":"2007-05-10T21:28:02","slug":"memento-mori","status":"publish","type":"post","link":"http:\/\/localhost\/blog\/index.php\/memento-mori\/","title":{"rendered":"memento mori"},"content":{"rendered":"

Por mi post anterior en el blog<\/a>, ya pueden imaginarse mi inter\u00e9s por la \u00e9tica del periodo republicano de Roma. Este va tambien de lo mismo.<\/p>\n

Hablando con unos amigos de una persona que ha llegado hace poco a su cargo de gran responsabilidad en una empresa muy importante en su sector de \u00e1mbito nacional, uno de ellos coment\u00f3: \u00abfulanito ha comenzado a levitar demasiado pronto\u00bb<\/strong>. Curiosa forma de definir la acci\u00f3n de una persona.<\/p>\n

Desgraciadamente algunas personas cuando ocupan un puesto de poder o de responsabilidad -la ya comentada potestas-, comienzan a hacer tonter\u00edas que ninguna persona en su sano juicio habr\u00eda realizado. Me recuerda a una vi\u00f1eta c\u00f3mica de Brasil, donde un Fernando Henrique Cardoso -ex-presidente de Brasil-, en pleno auge de su mandato, desde el palco y contemplando una manifestaci\u00f3n, le pregunta a su vice: \u00bfQuien es aquel que grita tanto all\u00e1 al fondo de la manifestaci\u00f3n? Es usted hace diez a\u00f1os, le responde su vice.<\/strong>. Por haber mencionado un ejemplo de una vi\u00f1eta c\u00f3mica de un pol\u00edtico, no debemos pensar que esto es un problema de los pol\u00edticos: muy al contrario, afecta a las personas independientemente del estrato cultural y del poder alcanzado, y tiene m\u00e1s que ver con el hecho de haber adquirido la potestas sin el periodo de \u00abcombate en las trincheras\u00bb necesario para adquirir auctoritas. Dale un pito a un tonto, dice el dicho castellano, y tendr\u00e1s un tirano.<\/strong><\/p>\n

<\/p>\n

Algunas personas, desgraciadamente -para ellos y para las empresas para las que trabajan- una vez que alcanzado un cargo ejecutivo, comienzan a distanciarse de la realidad; su percepci\u00f3n de esta comienza a alterarse, y comienza a creerse el centro del universo y que sus opiniones, por tener un cargo ejecutivo, son correctas per se<\/em>. Y los humanos de a pie que lo escuchan ven su disociaci\u00f3n de la realidad; pero nadie quiere gritar que el rey est\u00e1 desnudo. Esto es la levitaci\u00f3n<\/em>, que desgraciadamente es una enfermedad que afecta a algunas personas con poder real. Todos hemos tenido al inicio de nuestra carrera profesional alg\u00fan jefe tipo \u00abJefe de Dilbert\u00bb. A\u00f1os m\u00e1s tarde, cuando ascendemos en la empresa y conocemos a antiguos colaboradores de sudodicho iluminado, descubrimos que muchas veces este jefe fue una persona inteligente, aguda y competente en alg\u00fan momento pasado; y su visi\u00f3n comenz\u00f3 a disociarse de la realidad en alg\u00fan momento despu\u00e9s de adquirir la potestas<\/em><\/strong>. Otras veces nos confirman que ya ven\u00eda imb\u00e9cil de f\u00e1brica, y que lo \u00fanico que ha pasado es que ha tardado en descubrir su vocaci\u00f3n: tengo particularmente en la cabeza ahora a un middle-management de la banca, reconvertido a otro sector, y que vive levitando, mientras que salta de la empresa grande en la que trabajaba y que ha sumergido en el caos a otra peque\u00f1a, sumerge en el caos a la peque\u00f1a, y retorna a la grande para seguir esparciendo caos. En base a mi experiencia, no es el primero ni el \u00faltimo al que la potestas le sienta muy mal.<\/p>\n

Tambi\u00e9n encontramos empresarios, de gran experiencia profesional y val\u00eda, muy competentes, que ante una situaci\u00f3n de crisis comienzan a creerse su propia propaganda. Y van cantando, victoria tras victoria, hasta la derrota final. Han olvidado que la realidad es terca, y se suele imponer a su propia propaganda.<\/p>\n

Algunos pueden pensar que esto es una derivaci\u00f3n del principio de Peter, o del m\u00e1s moderno -y m\u00e1s depresivo- \u00abprincipio Dilbert\u00bb. Sin embargo, si vamos un poco m\u00e1s al pasado, veremos que estos dos principios est\u00e1n completamente descaminados: el despegue de la realidad por parte de algunas personas que tienen poder efectivo es tan antiguo como el mundo<\/strong>.<\/p>\n

Volvamos a Roma. Porque ya ellos sab\u00edan de este problema, y ten\u00edan una curiosa forma de plantear una soluci\u00f3n. En la \u00e9poca de la rep\u00fablica romana, exist\u00eda una ceremonia, denominada Triunfo<\/strong>, con unas caracter\u00edsticas muy interesantes. Antes de que degenerara durante el Imperio en una ceremonia de exaltaci\u00f3n del Imperator, el Triunfo era un evento culturalmente muy interesante para el tema que nos toca. Vamos a hablar de este tema, con el enfoque que supone algo que se hac\u00eda hace dos milenios.<\/p>\n

En la \u00e9poca republicana, era potestad exclusiva del senado el otorgar el triunfo a una legi\u00f3n; y se notaba en todos sus detalles: el triunfo era una ceremonia en la que se enaltec\u00eda el trabajo por la rep\u00fablica realizada por una unidad militar, siempre seg\u00fan el principio de la virtus romana<\/strong>. Las condiciones para celebrar un triunfo eran muy estrictas: la primera, que el dux -comandante de las tropas- deb\u00eda haber adquirido la potestas de consul o praetor; estas son dos potestas que necesitan toda una vida de ejercicio de las virtudes romanas para ser obtenidas<\/strong>. Adem\u00e1s, el dux y las legiones aclamadas deb\u00edan haber ganado una victoria sobre extranjeros: no val\u00eda una victoria sobre legiones romanas en una guerra civil, algo que no era visto por los propios romanos como una victoria. Los romanos nunca vieron una victoria de sus legiones sobre los propios romanos como una victoria; sino como una derrota, ganara quien ganara.<\/p>\n

La victoria deb\u00eda haber sido rotunda: al menos, deb\u00eda haber exterminado a 5000 soldados enemigos. 5000 soldados enemigos, para la \u00e9poca, eran muchos soldados enemigos; sobre todo si tenemos en cuenta que no contaban, por supuesto, v\u00edctimas de pillaje ni civiles. Masacrar poblaciones civiles no daba derecho al triunfo. Vencer a una fuerza militar superior s\u00ed.<\/strong> Por si fuera poco, solamente se pod\u00eda celebrar el triunfo si la mayor parte de las tropas propias volv\u00edan<\/strong>. Una victoria p\u00edrrica, o una batalla sangrienta no daba triunfo. Recordemos que las legiones en la \u00e9poca republicana a\u00fan no estaban profesionalizadas, por lo que la muerte de una legi\u00f3n era un da\u00f1o para muchos sectores de la ciudad. Es curioso, pero si un romano de la \u00e9poca republicana viese uno de nuestros proyectos tipo \u00abmarcha de la muerte\u00bb<\/a> los considerar\u00eda un fracaso, aunque se terminase el proyecto correctamente: comenzar con veinte programadores, y terminar con seis, de los cuales la mitad no comenzaron contigo, y contabilizando conque dentro del equipo ha habido un divorcio, tres rupturas con novios o novias, dos ex trabajadores con depresi\u00f3n, varios con terrores nocturnos, uno con eccemas cut\u00e1neos por estres, tres \u00falceras de est\u00f3mago -una sangrante- y todos los programadores completamente quemados, no puede ser considerados por nadie como un triunfo. Ni siquiera por el jefe de equipo que se gana un bonus y es ascendido por su habilidad con el l\u00e1tigo y el mobbing. Los romanos, al menos, no lo considerar\u00edan meritorio del triunfo.<\/p>\n

El triunfo inclu\u00eda en la cabecera los s\u00edmbolos republicanos, incluyendo las \u00e1gilas de las legiones homenajeadas -las \u00e1gilas eran esos bastones con un \u00e1guila en la punta, donde pon\u00eda S.P.Q.R., que son las siglas de Senatus Populusque Romanus, el senado del pueblo de Roma-. Estos signos simbolizaban que la legi\u00f3n no hab\u00eda ido a guerrear a beneficio del dux, sino en nombre del senado<\/strong>. \u00bfCuantos proyectos y cuantas decisiones se toman a beneficio de un cargo intermedio en una empresa, en lugar de por el bien del conjunto? Como representaci\u00f3n del senado, la p\u00e9rdida de un \u00e1guila conllevaba la ejecuci\u00f3n de parte de los soldados. Pero esto es otra historia, de la que ya hablaremos.<\/p>\n

Detr\u00e1s del \u00e1guila iban todos los recursos que, como parte del tratado de rendici\u00f3n, los rendidos hab\u00edan \u00abcedido\u00bb. Oro, gemas, y otros productos preciosos, que pasaban a pertenecer al pueblo de Roma<\/strong>. Frente a lo que dice la mitolog\u00eda popular, ni el dux ni la legi\u00f3n se beneficiaba del pillaje de las ciudades conquistadas; los legionarios cobraban su paga todos los meses, y al final un interesante paquete de jubilaci\u00f3n. Esto permit\u00eda evitar que las tropas se diesen al pillaje en lugar de ser disciplinadas cuando no deb\u00edan serlo. No somos conscientes de la cantidad de batallas que se han perdido porque los soldados se han dedicado al pillaje con las poblaciones civiles, en lugar de a la lucha contra los ej\u00e9rcitos enemigos. <\/p>\n

Inmediatamente detr\u00e1s iban encadenados los prisioneros de guerra y los esclavos. Los romanos ten\u00edan la costumbre de que si tomaban una ciudad por rendici\u00f3n o con poca violencia, respetaban a las poblaciones aut\u00f3ctonas. Si la resistencia era especialmente fiera, los m\u00e1s valientes de los enemigos capturados eran prisioneros de guerra, que ser\u00edan ejecutados. Los supervivientes eran vendidos como esclavos.<\/p>\n

Despu\u00e9s iban porteadores con grandes pendones con los momentos m\u00e1s cr\u00edticos de la batalla bordados.<\/p>\n

Finalmente, las legiones homenajeadas y el dux.<\/p>\n

Muchos pensamos que en este evento encontrar\u00edamos una exaltaci\u00f3n del dux, y apenas una representaci\u00f3n m\u00ednima de las tropas, y las tropas apenas para cubrir hueco. De hecho, as\u00ed era en la \u00e9poca imperial, y en la \u00e9poca moderna: en la actualidad cuando una empresa tiene un \u00e9xito, las felicitaciones orales y monetarias suelen ir para los \u00abdux\u00bb, no para las legiones<\/strong>. Y las medallas se las cuelgan los \u00abdux\u00bb. Pero no era as\u00ed en la rep\u00fablica. En el triunfo de la rep\u00fablica, era una fiesta del pueblo de Roma a todos y cada uno de los heroicos legionarios. Todos los legionarios participaban de la celebraci\u00f3n.<\/p>\n

\u00bfY el Dux?<\/p>\n

El dux no desfilaba en su caballo, lo que hubiese sido razonable -y m\u00e1s heroico-, sino una biga -un carro ligero como los empleados por las unidades de arqueros egipcias, de dos caballos-. Esto no era honroso, ni glorioso.<\/p>\n

\u00bfPor qu\u00e9?<\/p>\n

La raz\u00f3n de emplear una biga para llevar al dux es que no pod\u00eda ir solo en un triunfo jam\u00e1s. Siempre deb\u00eda llevar un esclavo en el carro. El esclavo -lo m\u00e1s bajo de la sociedad romana- deb\u00eda sujetar una corona de laurel encima de la cabeza del dux, que no pod\u00eda tocar la cabeza del dux, y deb\u00eda estar repitiendo constantemente en los oidos del dux la frase \u00abMemento mori\u00bb. Literalmente: Recuerda que vas a morirte.<\/strong><\/p>\n

Lo del esclavo era un punto m\u00e1s importante y simb\u00f3lico de lo que puede parecer. La sociedad romana ten\u00eda una serie de puntos muy negativos: era muy esclavista, y muy clasista. Lo m\u00e1s bajo de la sociedad era un esclavo. Lo m\u00e1s alto en aquel momento era el dux, adem\u00e1s en pleno triunfo. Y era un esclavo, el m\u00e1s bajo de la sociedad, el que repet\u00eda insistentemente al dux en lo que probablemente ser\u00eda lo m\u00e1s alto y memorable de su carrera pol\u00edtica que iba a morir.<\/strong> El laurel era el s\u00edmbolo del triunfo; pero nunca pod\u00eda tocar la cabeza del dux. Al dux durante el triunfo no se le reconoc\u00eda el privilegio de portar la corona de laurel; s\u00f3lamente pod\u00eda tenerla de forma temporal sobre la cabeza, sin tocarla; y adem\u00e1s sujeta por un esclavo, hasta llegar al templo de Jupiter Optimum M\u00e1ximum, donde se le ofrec\u00eda el triunfo a la triada capitolina, como s\u00edmbolo de que el triunfo realmente le correspond\u00eda a los valores romanos, simbolizados por la triada capitolina<\/strong>. El culto a la triada capitolina se confund\u00eda con los valores romanos hasta el punto que \u00abimpietas\u00bb era indistintamente no respetar a los dioses de la triada capitolina, desobedecer al senado o traicionar a los valores de la propia Roma<\/strong>.<\/p>\n

Dejando a un lado que ya sabemos de donde viene la costumbre de entregarle el triunfo de la liga de f\u00fatbol a una virgen, hay una serie de ense\u00f1anzas muy interesantes que podemos extraer. Dejando a un lado la vena salvaje que ten\u00edamos hace dos mil a\u00f1os -incluyendo guerras y esclavitud-, hay una serie de valores que debemos aprender del mundo romano; porque independientemente de sus errores, son aplicables al mundo moderno.<\/p>\n

La primera ense\u00f1anza que podemos extraer de la ceremonia del triunfo es como entend\u00edan los romanos el triunfo: el triunfo de una empresa es algo que debe agradec\u00e9rsele no s\u00f3lamente al que \u00abmanda\u00bb; es un esfuerzo de todo el conjunto de la empresa, obtenido gracias a muchos sacrificios de todos sus pertenecientes<\/strong>. El triunfo no es propiedad del directivo, sino es algo de todos y que se ofrece a la empresa y a la sociedad. Para llegar el triunfo, han participado gran cantidad de personas como piezas de un engranaje. Lo que ha marcado el triunfo ha sido el equipo, no el individuo.<\/p>\n

La segunda ense\u00f1anza es la importancia que ten\u00eda el individuo en el mundo romano: el triunfo se pod\u00eda celebrar solamente si las tropas volv\u00edan. Una de las \u00abmodas\u00bb en \u00abmanagement\u00bb es pensar en el equipo t\u00e9cnico ya no como recursos, sino adem\u00e1s como recursos fungibles. Quemarlos hasta que se vallan, y confiar en que habr\u00e1 sustitutos en el mercado. Es cierto que los t\u00e9cnicos son sustituibles, tal y como repite incesantemente una parte del \u00abmanagement\u00bb que ha cosificado a sus empleados. Pero ojo: el equipo directivo tambi\u00e9n es reemplazable. Nadie es imprescindible, aunque el costo de la sustituci\u00f3n por la p\u00e9rdida de Know-how y por el desgaste de la moral de la plantilla hace que no sea una estrategia inteligente quemar, desgastar y echar a la gente valiosa.<\/p>\n

Por \u00faltimo, la ense\u00f1anza m\u00e1s importante hasta en el momento m\u00e1s \u00e1lgido de su carrera, el directivo siempre tiene que recordar \u00abmemento mori\u00bb. Recuerda que vas a morirte. Ser consciente que quien es el verdadero art\u00edfice del triunfo, a quien pertenece este, y que a\u00fan en la posici\u00f3n m\u00e1s alta dentro de la cadena de mandos uno es mortal<\/strong>. Esto es imprescindible para no convertirse ma\u00f1ana en el jefe de Dilbert, o simplemente en otro que de un momento a otro comenzar\u00e1 a levitar.<\/p>\n

\u00bfUn consejo no solicitado? Evita sufrir la levitaci\u00f3n. Evita que se convierta en tu enfermedad laboral. Mucha gente con much\u00edsima potestas no padece levitaci\u00f3n, por lo que es posible evitarla: basta con tener la responsabilidad para escuchar a tu equipo, y la humildad para aprender de ellos, especialmente cuando alguno de nuestros empleados nos recuerda que el rey est\u00e1 desnudo.<\/strong> No debemos jam\u00e1s reprender al que te dice la verdad en lugar de lo que queremos o\u00edr. Por el contrario, debemos apreciarlo. \u00c9l es el \u00fanico que tiene el valor, el coraje y la integridad profesional de recordarnos al o\u00eddo: \u00abmemento mori\u00bb. Este empleado ser\u00e1 nuestro ancla a la realidad.<\/p>\n

Technorati tags: liderazgo<\/a>, auctoritas<\/a>, equipo<\/a>, potestas<\/a><\/span><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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